Sara ha decidido pasar a la acción e ir en busca de su amigo Juan Caballero, pensando que Malpartida ha podido secuestrarle. Las sospechas de Sara se confirman al encontrar indicios de violencia en una vieja cabaña, donde parece que Juan ha estado encerrado… Pero Juan se ha visto obligado a conducir a Malpartida hasta las cuevas de los bandoleros, para hacerle entrega de la biblia y la carta que Remigio le hizo llegar. Beatriz, cada vez más encantada con las promesas y atenciones que le presta Jesús, confiesa a su hermano que cree que en ese pueblo logrará ser feliz. Pilar, después de conocer que Lucero se ha gastado su dinero, entiende que verdaderamente es un caradura y aunque no quiere volver a verlo, parece que en el fondo está dispuesta a darle una nueva oportunidad.