El cuarto capítulo de 'Alba': no te pierdas el resumen

La teniente Ginercree que hay mucho cabos sueltos en la muerte de los cuatro chicos sospechosos de violar a Alba, hay algo que no le encaja y por eso decide seguir investigando.

Pero tras intentar descubrir algo en nuevo interrogatorio a Llorens, le tiene que advertir de que cerrará el caso si no encuentra más pruebas, ¿le dará así más detalles de lo ocurrido?

Mientras un inseguro Rubén quiere tener claro que Hugo le será leal a él y no a su primo Jacobo si las cosas se ponen feas, Alba y Bruno entierran los recuerdos que les unen de su vida en Madrid.

La insistencia y desesperación de Alba hacen que Bruno se presente en la fiesta de sus amigos sin invitación y se enfrente a Jacobo.

A pesar de que Jacobo Entrerríos quiere retomar la buena relación que tenía con Bruno antes de la violación, este le asegura que "todo ha cambiado".

Jacobo admite que lo ocurrido fue un error y que “haría lo que fuera por volver atrás”, pero Costa solo quiere que les dejen en paz y le cuenta las amenazas que están recibiendo: “Lo de esos chicos no fue un accidente, ¿verdad?”.

La complicidad entre Clara y César es innegable y su apoyo mutuo provocaun tierno beso tras conversar sobre la hija del policía local.

Además, Bego le recrimina a Alba su actitud con Tirso, no entiende qué quiere su amiga y la tacha de egoísta.

Tras el inesperado beso entre Campoamor y Valdivieso, todo se viene abajo. La tía de Bruno descubre toda la verdad sobre la noche de la violación al escuchar una conversación entre su sobrino y Jacobo.

Totalmente en shock, decide contárselo a César, pero la decepción se apodera de ella al descubrir que el policía sabe más datos de los que ella ha relatado... ¡lo sabía desde el principio! Cuando intenta alejarse,sufre un accidente y queda inconsciente.

El capítulo termina cuando Tirso evita que Alba cometa una locura y mate a Jacobo y Rubén Entrerríos.

¡No te pierdas el próximo capítulo el miércoles, a las 22:45 horas, en Antena 3!

Akif se la devuelve a Yaman y le da donde más le duele: ¡ahora es él quien tiene una cita con Süreyya!

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