El agresivo método de Morgane que asombra a Adam: “No estamos en Guantánamo”

Morgane y Adam descubren que Kerr, el hombre al que han intentado asesinar, tenía otra hija a la que acababa de conocer hace un mes.

Cuando Gilles va al hospital a visitar al hombre que ha quedado en coma se cruza con un joven en la que apenas repara, poco después descubren que… ¡es la hija que acaba de aparecer en su vida!, ¿por qué salió corriendo del hospital?

Morgane ha revisado la cámara de seguridad del hospital y vio cómo Gilles se tropezó con la joven, necesitan saber quién es y, para ello, necesitan cuantos más datos mejor.

Vandraud vio a esa chica durante unos segundos, pero asegura no recordar ningún detalle. Sin embargo, Morgane le somete a bofetadas para estimular su memoria: “Lo hago por placer, es algo físico, el dolor es adrenalina”

¿Cómo llevaba el pelo?, ¿Cómo era su camiseta?, ¿Cuál era su olor?, ¿y sus deportivas?... Morgane necesita todos los detalles y acaba sacando información a su compañero de la brigada de Lille.

Céline y Adam contemplan, espantados, la escena a través de una cámara colocada en la sala de interrogatorios. Ambos saben que Morgane lo va a conseguir aunque su método sea, cuanto menos, legal.

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