Texturas y sadismo por @norcoreano

“Esos cuchillos tienen que ser míos”, “Tenía que haberle echado un poco más de ácido”, “Lo voy a escabechar a diferentes temperaturas”, “No lo he ejecutado bien”. A juzgar por estas frases, el primer programa de 'Top Chef' pareció más bien un concurso de asesinos muy sádicos. La primera prueba fue la clásica primera prueba de cualquier concurso de alta cocina: "despellejar palomas". Al ser el primer programa, tras las palomas, los guionistas decidieron continuar con otro plato sencillito: la típica rama de cactus que hacemos todos los domingos que nos juntamos la familia. La prueba eliminatoria consistió en preparar una merluza con alguna fruta tropical. Es el daño que están haciendo los canarios a nuestra gastronomía, se empieza friendo un plátano para el arroz a la cubana y se termina salteando un pescado con tamarindo.

- Fátima, ¿qué plato innovador vas a hacer con la merluza?

- Merluza al horno.

- Claro que sí, guapi.

Fátima es nuestra Mourinho, ayer se enfrentó hasta con los "árbitros" del concurso y no le fue muy bien que digamos, terminó eliminada. El casting está bien elegido: un chico que comenzó cocinando en un prostíbulo, un fan de Star Wars que se ríe cada vez que dice Chewbacca, y hasta un cocinero de éxito que no lleva los brazos tatuados.

Precisamente el fan de Star Wars nos dejó una de las frases más absurdas de la televisión en los últimos años: "Me identifico mucho con Darth Vader porque le cortaron los brazos y las piernas y al final conquistó la galaxia", así, sin el mínimo atisbo de ironía.

De los catorce concursantes que han empezado ya sólo quedan doce, como los apóstoles en la última cena. No sabemos quién partirá el pan, quién transformará el agua en reducción de vino ni quién traicionará a quién a cambio de unos lingotes de foie. Sólo sabemos que Chicote seguirá partiendo almas en juliana por su cocina.