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La crisis empuja a muchas familias a los locales de vendo oro. Se ven obligadas a vender las joyas familiares para poder llegar a fin de mes. Maneras de Vivir acompaña a Los Redondo, la familia del “compro oro” de la Barcelona. Tienen varios locales, uno de ellos ocupa menos de un metro cuadrado. Pagan por él 2.500 euros al mes, pero le sacan rendimiento: a cambio facturan más de 30.000.

El oro ha duplicado su valor en los últimos cinco años. Comprobamos la medidas de seguridad de la sede valenciana de la empresa Oro Direct: esa mañana llegan de Suiza lingotes valorados en más de un millón de euros. Acompañamos a José María que quiere convertir los 24.000 euros que lleva guardados en un sobre en lingotes de oro. Para él es la manera más segura de almacenar e invertir su dinero.

Pocos conocen el tesoro que esconde el río Navelgas en Asturias. La familia Sanfiz acude cada semana en jornadas de más de doce horas, buscando pepitas de oro que luego almacenan en casa o convierten en joyas en el taller de orfebrería del pueblo. Los Sanfiz aún guardan en su casa pepitas de oro que valen miles de euros. Como ellos muchas familias sacan del río verdaderas fortunas.

Manolo es chatarrero y se despierta todos los días a las 8 de la mañana para patearse las calles del Barrio de San Blas de Madrid. Comprobamos cómo para él encontrar un pequeño trozo de cobre supone la alegría del día. Entre la chatarra que rescata metiéndose en los contenedores de basura consigue poco más de dos euros y medio. Lo justo para que su familia cubra las necesidades básicas.

El destino de todo el cobre que se recoge de la calle es la cacharrería. La que regenta la familia Díaz es una de las más potentes de Valencia: tiene más de 80 empleados y factura “algún millón de euros” al año. Es la cara de los que más sacan de la fiebre del cobre. Sus enemigos son los ladrones de cobre, que últimamente se han disparado. Las fuerzas del orden persiguen continuamente lo que se ha convertido en el “delito de moda”... y prácticamente todas esas intervenciones acaban en “El Gallinero”, un poblado chabolista de Madrid. Allí los gitanos rumanos nos reciben a gritos y pedradas. Pero no pueden ocultar las pruebas del delito: enormes montañas de cables vaciados que evidencian la enorme cantidad de cobre que consiguen de las líneas férreas y farolas.

Metales preciosos, se emite este martes 23 de noviembre, después de Física o Química, en Maneras de Vivir.

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