La gran prueba de Patricia: superar el pánico a los perros

No siempre ha sido así, de pequeña paseaba y acariciaba a Linda, su perrita. Pero a los 6 años Linda murió y la relación de Patricia con los perros empezó a torcerse. No sabe muy bien cómo ha llegado a esa situación pero le entra un miedo en el cuerpo que no sabe cómo controlar. En concreto tiene pánico, un pánico que no la deja disfrutar de un plan de ocio con sus amigos: “Cuando voy a un sitio nuevo lo paso mal porque nadie lo entiende”.

La joven ha estado un año yendo a terapia con un psicólogo y realizando diferentes actividades con perros para normalizar la situación. Las primeras sesiones fueron difíciles, ya que Patricia seguía sufriendo mucha ansiedad, hasta el punto de romper a llorar. Poco a poco, a medida que iba jugando con ellos, el miedo fue disminuyendo.

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Uno de los puntos fundamentales también ha sido la terapia con realidad virtual. Además de la compañía de su psicólogo, a lo largo del proceso Patricia ha acudido a sesiones de realidad virtual en las que ha podido afrontar su miedo a los perros a través de una simulación. Las primeras sesiones fueron todo un reto, y su madre no se separé nunca de su lado. No fue nada fácil, en la simulación aparecían varios perros en una plaza y Patricia no acabó de gestionarlo bien: “Me han entrado muchísimos nervios, me he quedado bloqueada. No dejaba de pensar que el perro iba a venir a mí”.

El gran logro de Patricia de superar sus miedos

Finalmente, Patricia ha ido relajándose e incluso ha tenido mucha afinidad con uno de los perros instructores: Odri. Sus hábitos cotidianos han ido cambiando, y su limitación se ha atenuado hasta poder hacer lo que nunca hubiera pensado. Por ejemplo estar en el ascensor de su casa con perros u otros espacios cerrados sin sufrir pánico o bloqueo.