Cáncer de mama

Tatuajes solidarios para borrar las huellas del cáncer de mama

Esta es la iniciativa solidaria para que las mujeres que han padecido cáncer de mama "se sientan bellas otra vez".

Tatuajes solidarios para borrar las huellas del cáncer de mama

Tatuajes solidarios para borrar las huellas del cáncer de mamaAntena 3 Galicia

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Hace casi un año, Bailey José Ramírez Madrigal y Lucía Filgueira abrían en Ribadeo (Lugo), 'Black Blood Tatoo Studio'. Es un estudio de tatuajes que, desde el principio, ha marcado la diferencia con una iniciativa solidaria. Aquí se ofrecen tatuajes gratuitos a mujeres que han padecido cáncer de mama. "Tratamos de hacer que se sientan bellas otra vez. Nos gusta ayudar", asegura Bailey. No se trata de una iniciativa nueva porque esta pareja ya la llevaba a cabo en La Habana, donde durante ocho años mantuvieron otro estudio de tatuajes.

"Ofrecemos la reconstrucción de la aureola y el pezón, pero también la posibilidad de disimular las cicatrices. Esto es precisamente lo que más demandan nuestras clientas", asegura. En estos nueve años entintando cuerpos, son muchas las mujeres que han pasado por sus manos y todas se dejan aconsejar. "Siempre sugerimos diseños muy visuales, pero delicados; lo más discretos posibles para conseguir desviar la atención y conservar la feminidad al mismo tiempo", señala Bailey, que asegura que su trabajo es muy gratificante y ha conseguido cambiar muchas vidas e incluso restaurar matrimonios.

"Queremos demostrar la utilidad de los tatuajes, que no son solo una expresión estética. Nosotros hemos comprobado cómo pueden cambiar la vida de mujeres que se han visto sometidas a una mastectomía. Pueden devolver la autoestima y la seguridad perdidas al perder los senos", recalca.

Se trata de un trabajo que no siempre es fácil, porque "hay que hacer varias sesiones para conseguir el color o el efecto en relieve del pezón, y a todo hay que sumar el dolor que supone un tatuaje en esa zona del pecho". Pero la dificultad se supera con los resultados: "sonreímos cada vez que sale alguien feliz de aquí", subraya. Ahora, Bailey y Lucía esperan que su iniciativa llegue a más personas que lo necesitan.

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