Los hechos ocurrieron en mayo de 2006. Disfrazado con peluca y barba postiza para ocultar su rostro, 'El Solitario' entró con una muleta metálica para ocultar su arma y poder así burlar el detector de metales.
Su objetivo era la caja de una sucursal bancaria en el madrileño barrio de la Moraleja en Alcobendas. Un atraco por el que se sienta de nuevo en el banquillo.
El que fuera enemigo público número uno, el atracador más buscado de España durante 15 años se sienta una vez más ante la justicia. Es una de sus muchas causas pendientes que se van juzgando poco a poco.
Tras su detención en la localidad portuguesa de Figueira da Foz en julio de 2007, donde también se disponía a asaltar un banco, en el marco de la denominada 'Operación Gloria', en la que los agentes habían seguido pistas falsas durante años.
Se le atribuían un total de 36 atracos a distintas entidades bancarias y eso que no robaba con frecuencia. Sólo cuando se le terminaba el botín del anterior golpe siempre con una premisa, intentar a toda costa no dejar heridos.
En su profesión de atracador de bancos, le dijo a uno de los policías tras ser detenido, "recurrir a las armas es un fracaso", pero en todos sus palos iba armado hasta los dientes, generalmente con chaleco antibalas, un par de armas cortas y una metralleta.
Habrá que ver cuál es su aspecto actual, cómo ha pasado el tiempo para 'El Solitario' en la prisión de alta seguridad de Monsanto donde cumple dos condenas una de siete años y otra, la más importante de 47, por el asesinato de dos guardias civiles, cuando le dieron el alto en una carretera de Navarra. Los acribilló a balazos.
