José Bretón está siendo juzgado en la Audiencia Provincial de Córdoba por el asesinato en octubre de 2011 de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, en el momento de su desaparición.
Hasta el momento, el acusado ha negado los hechos, la madre de los niños, Ruth Ortiz, ha afirmado que vivía "con un asesino en potencia" y la familia directa de Bretón se ha negado a declarar ante el jurado.
Más de 100 personas van a declarar durante el próximo mes en el juicio en calidad de testigos. De momento, los testimonios han descolocado la versión de la defensa, pues le describen como a una persona vengativa y desafiante.
José Bretón adquirió en las dos semanas previas a la desaparición de los pequeños 250 litros de gasóleo y la última vez que repostó, el 7 de octubre de 2011, llenó "dos o tres" garrafas con el combustible y las introdujo en el maletero.
Así lo han manifestado empleados del establecimiento donde el acusado repostaba, en sus comparecencias.
Durante la quinta jornada del juicio, fue el momento de declarar de sus familiares, vecinos y el psiquiatra que le trató.
Los padres y los hermanos de José Bretón se han acogido a su derecho a no declarar ante el tribunal del jurado que juzga los hechos al ser familiares directos del encartado.
El cuñado, José Ortega que sí está obligado a declarar por no ser familiar directo del acusado se ha mostrado visiblemente nervioso durante su turno, llegando incluso a llorar, ha reconocido que cree que Bretón es responsable de la desaparición de Ruth y José aunque preguntado por si cree que fue él quién los mató ha respondido: "yo creo que no".
Sin embargo, las jornadas más intensas fueron cuando José Bretón y Ruth Ortiz tuvieron que recordar el día de autos. La madre de los pequeños dijo no tener ninguna duda de que sus hijos están en una caja de cartón.
Ortiz ha respondido así cuando su abogada le ha preguntado si cree que los niños están en una caja de cartón y cerca de los juzgados. La madre de los menores, que ha declarado ante el tribunal jurado durante más de dos horas, ha afirmado que meses antes de la desaparición de los menores, cuando inició los trámites de la separación, tomó conciencia de que Bretón "era una persona peligrosa".
Ruth Ortiz ha explicado que en esos momentos "tenía miedo" por ella y por sus hijos y que dejó que Bretón se llevara a los niños a Córdoba los fines de semana por recomendación de su abogada y por el psicólogo que la trataba. El fin de semana que desaparecieron los menores Ruth Ortiz no respondió a las llamadas de Bretón para "no decirle que seguía adelante con la separación" y aprovechó ese tiempo para escribir una carta que su letrada le pidió en la que debía describir la personalidad de Bretón.
El padre y presunto asesino de los niños [[LINK:INTERNO|||20130618-NEW-00175-false|||se mantuvo sin apenas cambiar de postura]] y controlando a quién dirigir su mirada en cada momento. Los expertos aseguran que ha preparado bien su interrogatorio. De hecho, ha trascendido que durante su estancia en prisión dedicó parte de su tiempo a leer libros de autoayuda.
