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Caso Ana Julia Quezada

No se repetirá el juicio a Ana Julia Quezada y se confirma la prisión permanente revisable por el asesinato de Gabriel Cruz

El TSJA confirma la pena de prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada por el asesinato Gabriel Cruz, de 8 años, en Níjar , Almería. El tribunal, sin embargo, la absuelve de los dos delitos de lesiones psíquicas aunque mantiene los dos delitos contra la integridad moral de los padres.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, TSJA, ha confirmado la pena de prisión permanente revisable para Ana Julia Quezada, la mujer condenada por el asesinato de Gabriel Cruz en la localidad almeriense de Níjar. El tribunal ha desestimado tanto los recursos de la acusación particular como del Ministerio fiscal y ha estimado parcialmente el de la defensa, por lo que ha sido absuelta de los dos delitos de lesiones psíquicas y ha mantenido los dos delitos contra la integridad moral.

Se cuestionaba la actuación de la magistra Presidente del tribunal que juzgó a Ana Julia

El tribunal rechaza, de esta manera, la nulidad del juicio y la repetición del mismo solicitada tanto por la defensa como por la acusación particular.Considera que no hubo parcialidad en las instrucciones dadas por la magistrada Presidente al Jurado, unas indicaciones que los magistrados del TSJA califican de “correctas, útiles y adecuadas a la naturaleza de los extremos más delicados sobre los que había de pronunciarse el Jurado”.

También rechaza el motivo esgrimido por la acusación particular respecto a la falta de motivación para excluir el ensañamiento. Así, indica que la motivación del Jurado es “más que suficiente y no difiere de como habitualmente tribunales profesionales explican por qué han creído a un perito y no a otro cuando éstos se contradicen en aspectos puramente técnicos que el juez o el jurado ignoran”.

¿Tribunal profesional o juicio con jurado popular?

Tampoco estima la Sala Civil y Penal los recursos de la defensa sobre la necesidad de que este asunto fuese juzgado por un tribunal profesional debido a la desmedida repercusión mediática. En este punto, la resolución explica que la exposición a los medios, aunque introduzca un “indudable factor de complejidad”, no determina “en sí misma, objetiva y automáticamente, ni que un Tribunal del Jurado no sea idóneo como órgano decisorio, ni desde luego la nulidad del veredicto”.

La prisión permanente revisable

Respecto a la calificación penal de los hechos, la defensa de la acusada consideró que la circunstancia de la edad de la víctima fue considerada tanto para apreciar la alevosía , la que que convierte el homicidio doloso en asesinato, como para la pena de prisión permanente revisable.

La sentencia recuerda que no existe todavía doctrina jurisprudencial consolidada, pero que, en este caso, la acusada aprovechó, por un lado, la inferioridad física de la víctima, y por otro “preparó un modo de ejecución de su plan criminal que neutralizaba la eventual defensa natural de un niño de ocho años”. Así, explica que el ataque contra el menor fue alevoso porque “neutralizó las defensas de la víctima”, y entra en juego la prisión permanente revisable “porque la muerte alevosa recayó en un menor de ocho años”.

Lesiones psíquicas de los padres

En cuanto a los delitos de lesiones psíquicas, la Sala entiende que “el inconmensurable sufrimiento, y probables secuelas psicológicas o psiquiátricas, derivado del hecho de perder a un hijo de ocho años de manera violenta y de manos de una persona cercana al círculo familiar”, está integrado en el delito de asesinato, y “aunque pueda calificarse como “lesión”, no puede dar lugar a un reproche penal adicional, sino únicamente a una mayor indemnización en concepto de responsabilidad civil derivada de delito de asesinato.

Por el contrario, considera que algunos hechos, como “una cierta 'sobreactuación' y protagonismo y las palabras de esperanza que dirigía a los padres”, sabiendo que el menor estaba enterrado, pueden considerarse valorables “a fin de integrar un delito autónomo, por no ser necesarios o imprescindibles, ni siquiera propios de un simple autoencubrimiento”. Pero, según la resolución, “no tienen entidad para integrar un delito de lesiones psíquicas, pero sí la tienen para constituir un delito contra la integridad moral”.

Destacan la maldad de Ana Julia, la alevosía y la frialdad con la que se comportó después del asesinato del pequeño

En este sentido, redunda en que la motivación dada por el Jurado “proviene de su consideración sobre la “maldad” de la acusada, que no se agota en el hecho de la muerte en sí, sino también en la frialdad con la que se comportó después. Es decir, de la reprobación moral y social de su modo de comportarse, infiere una intención lesiva”.

La madre de Gabriel Cruz, escribía hace un par de días en redes sociales que esperaba "que toda esta lucha sirva para que se haga justicia en honor a su Memoria" y agradecía el apoyo que la familia sigue recibiendo.

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