Volcán La Palma
Las recomendaciones a la población para protegerse de los peligros del volcán de La Palma
La columna de gases del volcán de La Palma no para de crecer y ya alcanza los 4,5 kilómetros. Las autoridades han realizado una serie de recomendaciones para protegerse frente a los gases y humos del volcán de Cumbre Vieja.
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La lengua de lava es el peligro más llamativo y destructivo del volcán de La Palma, pero las autoridades no se cansan de recordar a los habitantes de la isla canaria que también hay que protegerse ante un peligro menos visible: la ceniza, el humo y los gases que desprende en volcán de Cumbre Vieja.
Hay que tener en cuenta que la columna de gases originada por la erupción del volcán ya ha alcanzado los 4,5 kilómetros de altura. Por esta razón, se recomienda usar mascarillas FFP2 en las zonas más cercanas al volcán de La Palma y utilizar mascarilla quirúrgicas en el resto de la isla.
Además, se aconseja no usar lentilla y protegerse los ojos con gafas que frenen los gases, humo y restos de cenizas existentes en el aire.
A todos los habitantes de La Palma se les recomienda mantener cerradas las puertas y ventanas de sus casas y no encender el are acondicionado o los aparatos de ventilación de los hogares.
La AEMET informa que la calidad del aire se mantiene estable
La calidad del aire en las zonas pobladas próximas al volcán en erupción de la isla de La Palma se mantiene estable en las últimas horas y tampoco está habiendo "un impacto elevado" en las operaciones aeronáuticas, según ha dicho David Suárez, delegado en Canarias de la Agencia Estatal de Meteorología.
La Aemet, junto con especialistas del Gobierno canario y del Cabildo insular de La Palma, realiza monitorizaciones continuas para analizar las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y de ceniza del volcán y, según ha informado Suárez, se ha constatado que por el momento "no está empeorando la calidad del aire en la zona poblada".
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En cuanto a la posibilidad de que se produzca un episodio de lluvia ácida debido a la erupción, el especialista de la Aemet lo ha descartado por ahora, ya que -ha dicho- "la inyección de SO2 a la atmósfera está por encima de los 3.000 o 4.000 metros y la nubosidad que generan las precipitaciones está por debajo de esa altitud".
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