Convertirse en funcionario docente es el objetivo de los miles de profesores interinos y recién licenciados que este sábado se presentan en toda España -excepto en País Vasco, donde ya se hizo el examen- a una oposición para la que se han convocado 30.562 plazas, la mayor de los últimos diez años. La ratio estatal de aspirantes por plaza para el cuerpo de Maestros es de 7,89 personas, aunque hay alguna especialidad en la que ese dato está por encima como es Infantil (12,15 opositores por plaza) y Educación Física (9,4 opositores por plaza).
El número de opositores por plaza es menor para otros cuerpos docentes: 4,24 para profesores de Secundaria, 3,18 para Formación Profesional, 2,58 para Escuelas Oficiales de Idiomas, 6,3 para Música y Artes escénicas, y 4,12 para Artes plásticas y diseño. La mayoría de las plazas convocadas, 22.545, son para el cuerpo de maestro (73,77 % del total), especialmente para Primaria (31,26 %), Infantil (19,04 %), Inglés (16,81 %) y Pedagogía terapéutica (12,26 %).
De Primaria se presentan 50.894 aspirantes para 7.048 plazas; en Infantil 52.150 opositores para 4.292 plazas; y en Inglés concurren 21.520 personas para una de las 3.789 plazas. Otras 6.046 de las plazas convocadas son para profesor de Secundaria (19,78 % del total). Para Formación Profesional hay 1.512 plazas, otras 247 para las Escuelas Oficiales de Idiomas, 134 para Música y Artes Escénicas y 78 para Artes Plásticas y Diseño.
Con estas oposiciones se pretende reducir la temporalidad al 8%, ha comentado el presidente de la Enseñanza de CCOO, Francisco García, que ha criticado que siga habiendo pruebas eliminatorias en este modelo de acceso, lo que hace que el docente no pueda ser valorado de forma global por el conjunto de las pruebas.
Además, ha confiado en que no pase lo de la convocatoria de 2018, cuando se quedaron sin cubrir el 8,4% de las plazas. En cuanto a los más de 12.000 docentes que formarán parte de los tribunales (pueden ser voluntarios o elegidos por sorteo), CCOO ha recalcado la "presión" que les genera evaluar a sus compañeros y el trabajo extra que supone.
El año pasado, además, muchos de los opositores a plazas de profesor en junio suspendieron por usar lenguaje propio del móvil en el examen:
