España

Las palabras en árabe del Rey Felipe VI para dar la bienvenida al emir de Catar, que invertirá en España 4.700 millones

Los Reyes han ejercido de anfitriones en el Palacio Real de Madrid para el emir de Catar y su esposa.

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Hoy ha quedado reflejada la amistad que une al emir de Catar y su esposa con Don Felipe y Doña Letizia. Los Reyes de España les han recibido en el Palacio Real de Madrid para una cena de gala llena de anécdotas y momentos.

El momento más destacado ha tenido lugar segundos antes de comenzar la cena. Después del besamano inicial, ya con todos los invitados sentados en la mesa, Felipe VI se ha encargado del brindis inicial. El Rey ha pronunciado el discurso en español, no sin antes decir unas palabras en inglés y animarse a hablar árabe para dar la bienvenida tanto al emir de Catar como a su esposa y la delegación que los acompaña.

De España estaban el presidente del Gobierno, la presidenta del Congreso y el del Senado, el ministro de Asuntos Exteriores y la embajadora de España en Catar, además del alcalde de Madrid, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa.

Despliegue de autoridades

Un despliegue de autoridades parecido al de Catar, que ha traído a Madrid al viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, el jefe del Diwan Amiri, el ministro de Finanzas y el de Estado para Asuntos Energéticos así como el de Comercio e Industria. También el presidente de la Cámara de Comercio de Catar, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, director del Departamento de Estudios e Investigación en el Diwan Amiri, el director Ejecutivo de QIA, el embajador del Estado de Catar en España, el director del Departamento de Asuntos Europeos en el Ministerio de Asuntos Exteriores y el jefe del Departamento de Relaciones Exteriores en la Oficina del jefe del Diwan Amiri.

El emir se ha mostrado muy a gusto en todo momento con el Rey y Doña Letizia, donde tras el almuerzo en Zarzuela, el emir y su séquito se han trasladado hasta el hipódromo para ver una carrera y una exhibición de caballos. Porque el hipódromo de Madrid quiere firmar un acuerdo con el país, que cuenta con una importante tradición ecuestre.

Casi sin tiempo para descansar, durante la cena de gala en el Palacio Real se le impone al emir el collar de la orden de Isabel la Católica, máxima distinción para un jefe del Estado extranjero.

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