Cementerio de Sevilla, donde está enterrado el padre de la demandante

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EN LOS TESTAMENTOS NUNCA INCLUYÓ A SU HIJA

Una orden religiosa sevillana deberá devolver dos tercios de una herencia de dos millones a la hija de una criada tras una prueba de ADN

La heredera tiene ya 60 años y su padre era un hombre soltero que dejó la herencia millonaria a una orden religiosa hispalense. El fallecido otorgó durante su vida varios testamentos y "en ninguno de ellos le dejó nada a su hija", fruto de su relación con una criada.

Una orden religiosa sevillana tendrá que devolver dos tercios de una herencia de más de dos millones de euros que recibió de un hombre fallecido hace 17 años tras haberse demostrado por medio de una prueba de ADN que este hombre tenía una hija, que en la actualidad tiene 60 años de edad, y que tiene derecho a dicha parte de la herencia.

El abogado de la demandante, Fernando Osuna, ha informado a Europa Press de que el hombre que dejó la herencia a dicha orden religiosa falleció hace 17 años, de forma que recientemente y por orden de un juzgado sevillano se llevó a cabo la exhumación del cadáver, enterrado en el cementerio de Sevilla.

De este modo, se tomaron muestras del cuerpo y se enviaron al Instituto de Medicina Legal para determinar la paternidad debatida en el litigio, que ha certificado "un porcentaje del 99,99%" de relación paterno filial entre este acaudalado sevillano y su presunta hija.

Fernando Osuna ha puesto de manifiesto que el fallecido era soltero y, al morir en 1990, dejó la mayor parte de sus bienes, valorado en más de dos millones de euros, a una institución religiosa. En este caso, "otra peculiaridad" es que la supuesta hija del fallecido "tiene muy pocos bienes".

El abogado ha indicado que, después de la entrada en vigor de la Constitución y de las normas reformadas del Código Civil, "no se puede discriminar, a efectos hereditarios, a los hijos, según se hayan concebido o no fuera del matrimonio".

Según ha señalado el letrado, el nacimiento de la reclamante se produjo fruto de las relaciones extramatrimoniales mantenidas por su madre con el finado, pues la primera trabajaba por entonces en el servicio doméstico de los padres del fallecido.

"Dada la diferencia de clases entre los novios, la relación se rompería inmediatamente tras conocerse el embarazo de la misma", ha agregado el abogado, que ha aseverado que su cliente "tuvo una infancia llena de carencias económicas y afectivas por parte de su padre, si bien a partir de los 15 años su padre biológico le ayudó económicamente".

No obstante, el fallecido otorgó durante su vida varios testamentos y "en ninguno de ellos le dejó nada a su hija", sino que "se lo dejó todo a una institución religiosa de Sevilla", la cual "tendrá que entregar a la presunta hija las dos terceras partes de la herencia".

El despacho de Fernando Osuna está tratando de llegar a un acuerdo con dicha orden religiosa "para evitar más juicios".

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