Los estafadores de bodas que fingieron su propia muerte han sido absueltos

Jesús y Yeray, padre e hijo, son los responsables de más de 10.000 euros de fraude en organización de bodas en las que el día del enlace, después de que los novios ya hubieran pagado la cantidad correspondiente al banquete u otro servicio nupcial, alegaban excusas de peso mayor como su propia muerte para no acudir y quedarse con el dinero.

Adriana es una de las 12 personas afectadas y asegura que el mismo día del enlace la empresa de Jesús la contactó por correo electrónico afirmando que padre e hijo habían fallecido en un accidente de coche y que no podían ofrecerle sus servicios. Fueron sus propios invitados los tuvieron que ayudarles a acondicionar el recinto nupcial.

Ahora el magistrado de la Audiencia de Madrid considera en la sentencia que "no se aprecian suficientes indicios para una estafa, ya había una intención de cumplir lo que se pactó, ya que llegaron a montar la carpa el día antes". Este hecho es, según el auto, incompatible con el delito de estafa.