Los campamentos de verano se preparan para alojar a los emocionados niños tras acabar las clases

¿Quién no recuerda la primera vez que se colgó una mochila al hombro para disfrutar fuera de casa de su primer campamento de verano? Acabadas las clases las instalaciones especializadas para acoger a los más pequeños ultiman los detalles para que puedan tener una experiencia inolvidable.

Los más jóvenes, por su parte, se preparan estos días con emoción y nervios, revisando que no se les olvide nada en el equipaje.

Mientras, los padres se muestran nerviosos por la incertidumbre de estar lejos de sus hijos, que no tendrán móviles.