Parece increíble que un pequeño error acabe provocando un caos que afecta a 20 mil personas. A esas puertas se las conoce como puertas "críticas". Existen en la mayoría de aeropuertos y conectan la parte pública con aquélla a la que sólo acceden los viajeros.
Con lo grandes que son los aeropuertos y con las prisas que se suelen tener en estos sitios, no es de extrañar que en algún momento los pasajeros se encuentren en lugares a los que no saben ni cómo han llegado.
El joven que provocó el caos en el aeropuerto de Munich se topó con una de las conocidas "puertas críticas". Para abrirlas hace falta autorización y ni si quiera tienen mango para abrirla, pero él solo le hizo falta pulsar un botón
La cuestión era dónde estaba ubicada esa puerta, pues separaba la zona pública, de un área restringida a la que solo pueden acceder los pasajeros a través del control de seguridad.
La norma exige que a partir del momento en el que una persona no identificada pasa por una de esas puertas se produzca una reacción frente a este hecho que consiste en evitar que este pasajero se mezcle con el resto.
Algo parecido ocurrió en el aeródromo de Nueva Jersey cuando un ciudadano entró dónde no debía y durante siete horas se cancelaron todos los vuelos.
Hay puertas que es mejor no abrir.
