Okupas
Un grupo de 70 okupas atemoriza a los vecinos del barrio de Martutene, en San Sebastián
Un grupo de unos 70 okupas lleva instalado en Instituto de Formación Profesional un año y medio. Los vecinos demandan que, desde su llegada, han sufrido robos con violencia, acoso, amenazas e insultos.
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Desde que unos okupas se han instalado en un edificio abandonado de Martutene, San Sebastián, los robos se repiten a diario. Es por esto que los vecinos del barrio han decidido unirse para vigilar sus calles por las noches mediante patrullas vecinales. Están atemorizados por un grupo compuesto por unos 70 okupas que llevan instalados desde hace un año y medio en un Instituto de Formación Profesional, el cual se encuentra en estado de abandono desde hace 20 años. La aparición de los okupas ha traído consigo robos, incluso con violencia, amenazas y agresiones.
Un vecino ha relatado como uno de los okupasle asaltó por la espalda, amenazándole de muerte mientras le ponía un cuchillo jamonero en el cuello. Quería robarle el móvil y la cartera, el hombre forcejeo en el suelo con el ladrón y este le golpeó en la cara.
Paco, otro residente de Martutene, nos ha asegurado que desde que han comenzado las patrullas vecinales los ladrones han bajado un poco su actividad delictiva. Nos ha manifestado que lo hacen porque han visto desde sus ventanas como trataban de robar en coches o tirar una puerta de una casa. También como acosaban a unas niñas.
Denuncian además las condiciones insalubres en las que viven los okupas. Rodeados de heces, orines y escombros. "Es terrible", subraya otro vecino.
Los vecinos se sienten impotentes. La situación de inseguridad les ha llegado a afectar psicológicamente a algunos. Uno de ellos nos comenta que todavía está tomando medicación y que continúa en tratamiento psicológico desde el intento de robo que sufrió. Todavía, un año después del altercado, "hay días que no puedo dormir ni tomando pastillas", ha asegurado.
Esta mañana, los okupas han insultado a los vecinos desde algunas ventanas. Varias patrullas de la Ertzaintza se han desplazado hasta allí y han logrado identificar a 3 jóvenes. A pesar de esto, los vecinos piden más, demandan el desalojo del edificio y su demolición para poder recuperar la tranquilidad perdida.
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