Eutanasia

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SE HA SUICIDADO EN SUIZA

Un gijonés enfermo de ELA comparte su suicidio en televisión para pedir la regulación de la eutanasia

Fernando Cuesta, diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica, ha decidido acabar con su vida mediante un suicidio asistido, que será difundido por televisión.

Un hombre de Gijón, Fernando Cuesta, se desplazó el pasado mes de junio a Suiza para acabar con su vida mediante un suicidio asistido. Había sido diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica.

El suicidio será difundido este sábado en la televisión pública asturiana (TPA) en un reportaje en el que el propio Cuesta pide que eutanasia se regule. "Yo diría que los políticos piensen, de vez en cuando, en los ciudadanos, sobre todo en los ciudadanos que están en estas condiciones", asegura el enfermo en el reportaje, grabado en Zúrich dos semanas antes de fallecer, el día 5 de junio.

Fernando Cuesta tenía 65 años y comenzaba a tener problemas para hablar y respirar. Su mano izquierda había quedado totalmente inmovilizada y ya había perdido la capacidad para caminar. "Cada día me levanto pensando en qué movimiento más voy a dejar de hacer", cuenta en el reportaje.

El gijonés estaba convencido, incluso antes de caer enfermo, de que no quería vivir con graves problemas de discapacidad. Fernando Cuesta ya contaba con la alternativa legal de suicidio asistido que una asociación de Suiza le brindada. Antes de esta opción, había pensado acudir a Holanda para someterse a la eutanasia, si bien las largas listas de espera le hicieron descartar esta posibilidad.

En las últimas semanas de vida, su única prioridad era mantener la movilidad de su mano derecha ya que debía beber por sí mismo el preparado que le facilitaban. "Ya me dicen (los médicos) que sería lo normal una muerte por asfixia. Y decido que no quiero llevar ese tipo de vida hasta el final", señala en el reportaje.

Fernando Cuesta ha contado en todo momento con el respeto de su familia. Defiende que la eutanasia "no es obligatoria", pero sí reivindica que aquellos que desean practicarla puedan "morir dignamente".

Un mes después de su fallecimiento, su hija, Belén Cuesta, afirmó en la entrevista que su padre siempre fue una persona con decisiones "fuertes y claras" y tenía una "visión muy analítica" de la realidad. "Una vez que tomaba la decisión ya sabíamos que realmente lo había valorado todo", manifestó.

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