Ciudadanos protestando frente a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar

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Irene Montero

La Fiscalía solicita prisión para dos acusadas por saltarse el cordón policial en torno a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero

Hasta un año de prisión para Ana Isabel Q.D. y otros seis meses para su madre Ascensión D. B. pide la Fiscalía de Madrid por no respetar el perímetro de seguridad que impuso la Guardia Civil en torno a la casa de Galapagar donde viven Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno e Irene Montero, ministra de Igualdad.

La Fiscalía de Madrid solicita un año de prisión para Ana Isabel Q.D. y otros seis meses para su madre Ascensión D. B. por saltarse el perímetro de seguridad situado por los agentes de la Guardia Civil en torno al domicilio de Irene Montero y Pablo Iglesias en Galapagar, Madrid.

Penas de cárcel

La Guardia Civil había colocado un perímetro de seguridad en la vivienda de Galapagar donde residen Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno e Irene Montero, ministra de Igualdad, para impedir el acceso de los manifestantes. Sin embargo, Ascensión y Ana Isabel, madre e hija, decidieron saltárselo.

Ahora la Fiscalía de Madrid imputa a Ascensión, la madre, un delito de desobediencia y a la hija un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro leve de maltrato de obra. El juicio se celebrará el próximo 24 de noviembre en el Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid.

El relato de la Fiscalía

Según el relato de la Fiscalía, las dos acusadas, madre e hija, acudieron a la casa de Iglesias y Montero. Cuando los agentes de la Guardia Civil se disponían a establecer el perímetro de seguridad ambas mujeres "mantuvieron una actitud de absoluto desprecio a la labor de los agentes, impidiéndoles el cumplimiento de la función encomendada, desobedeciendo de forma reiterada las indicaciones claras que los mismos les daban, en relación a que retrocedieran en la vía pública y despejaran el perímetro de seguridad".

Pese a los avisos de los agentes de la Guardia Civil, la Fiscalía argumenta en su escrito que madre e hija persistieron en su comportamiento "haciendo caso omiso a los reiterados requerimientos que los agentes les realizaban".

Según continúa el relato de la Fiscalía, las dos mujeres se aproximaron a los agentes gritándoles a escasos centímetros de sus rostros, les propinaron golpes con las manos en el pecho "motivo por el cual, los agentes, tras informarles de las consecuencias legales de su comportamiento, comenzaron a avanzar con los brazos extendidos, empleando la mínima fuerza indispensable para desplazarlas y conseguir finalmente que despejaran la zona".

A pesar de los avisos de los agentes de la Guardia Civil, las dos acusadas mantuvieron su actitud. Una de ellas trató de acceder a la zona de seguridad delimitada por los agentes en torno a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. Un agente "le cortó el paso, cayendo ésta al suelo, momento en que la misma, al tiempo que le decía "hijo de puta", intentó agredir con el bolso al Agente en el rostro, golpe que este esquivó, tras lo cual, la acusada le lanzó patadas que impactaron en las botas y tibias del citado agente, sin causar lesión alguna".