Un ferry que viajaba de La Graciosa a Lanzarote queda a la deriva con 150 personas a bordo

Los cerca de 30 minutos que dura el trayecto en ferry de La Graciosa a Lanzarote se hicieron eternos para los pasajeros que hicieron este jueves por la tarde el recorrido.

Un ferry que cubría la ruta de Caleta de Sebo en La Graciosa, al puerto de Órzola en Lanzarote se estropeó y quedó a la deriva con cerca de 150 personas en su interior, casi un centenar de ellos menores. Uno de los motores sufrió una avería a pocos metros del muelle pero el fuerte oleaje complicó la situación y puso en alerta a los viajeros entre los que había varios alumnos de un colegio de entre 6 y 12 años de lo más asustados. El barco se encontraba a solo 15 metros de la escollera pero se temía que al quedar a la deriva, las olas lo estamparan contra las rocas.

Se vivieron momentos de tensión y angustia hasta que otra embarcación de la compañía Biosfera Express, que también conecta La Graciosa y Lanzarote logró evitar con una maniobra, que el barco estropeado chocara contra el muelle.

Este otro ferry se disponía a hacer el trayecto contrario saliendo de Órzola hacia la octava isla y pudo alejar del muelle al barco que estaba a la deriva evitando el impacto con las rocas cercanas.

"Varios niños empezaron a vomitar"

El barco se había quedado parado a la entrada de la bocana del puerto en una situación de lo más delicada ya que con una sacudida del fuerte oleaje podía chocar fuertemente contra las rocas y provocar su hundimiento. Ese era el temor de los 150 pasajeros que aguantaron cerca de una hora y media la tensión del momento: "Varios niños entraron en pánico, otros empezaron a vomitar", cuenta un pasajero. Cuando la tripulación vio al otro barco activó la bocina para avisar de su situación y comunicar que su motor estaba estropeado y se encontraban a la deriva. “En una maniobra muy rápida han evitado que el barco impactara contra la escollera”, dice uno de los viajeros.

Además, la experta tripulación de Líneas Romero, mantuvo al tanto en todo momento a sus pasajeros de todo lo que ocurría, e intentó tranquilizarlos mientras procedían a ser empujados por el otro barco que no pudo remolcarlos al ir cargado de pasajeros. Al parecer un motor habría sufrido una avería durante el trayecto y la intención de la tripulación era llegar a puerto y atracar con el otro motor, pero con la mala suerte de que durante las maniobras ese motor también se estropeó.

“Fue un buen susto el que vivimos, sobre todo por los niños”

Tras quedar en una zona segura ayudados por el otro ferry, otra embarcación de su compañía llegó hasta para remolcar al barco de regreso a La Graciosa para poder hacer allí el transbordo de todos los viajeros a otro barco y regresar de nuevo, esta vez con éxito, a Lanzarote. Sebastián Quintana, de la Asociación ‘Canarias 1500 km de Costa’, que viajaba a bordo y grabó los vídeos asegura que se mantuvo la calma en todo momento y que las profesoras del centro educativo que viajaban con un centenar de niños actuaron “de maravilla" así como la tripulación del barco averiado "que trabajaron diligentemente, algo que todo el pasaje agradeció". Afortunadamente todo quedó en una anécdota que seguro que nunca olvidarán. “Fue un buen susto el que vivimos, sobre todo por los niños”, dice un pasajero.

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