Diez años sin salir de casa por culpa de los videojuegos

Un hombre de 31 años residente en Málaga lleva prácticamente 10 años sin salir de su casa. Su mundo se reduce a su habitación. Allí pasa las horas jugando a los videojuegos y viendo películas y series. Sólo sale para lo imprescindible: comer y ducharse.

Su madre está preocupada y por eso ha decidido pedir ayuda. Según recoge el diario 'La opinión de Málaga', el joven solo come con ella "cuando no está jugando a la Play y por las mañanas, lo mismo se levanta a las 10 de la mañana que a las 3 de la tarde, según le haya ido el juego", detalla la madre.

La progenitora confiesa que está desesperada y que no puede más. Madre e hijo sobreviven con una pensión de viudedad, tras fallecer su marido en 2020, de 560 euros. Con ese dinero tienen que hacer frente a facturas de agua y sobre todo de luz por el consumo constante que supone estar conectado todo el día.

Además, también tienen que comer: "Tengo que hacer comida para cuatro días y por la noche no cenamos caliente".

Una lesión de rodilla lo cambió todo

El joven estudiaba Administración de Empresas en la Universidad de Málaga. A los primeros suspensos se unió una lesión de rodilla. A partir de ese momento, todo comenzó a cambiar.

El médico le mandó un mes de reposo para su recuperación. El joven se encerró en su habitación y puso fin a sus relaciones sociales: "Ni contestaba sus mensajes de WhatsApp", cuenta la madre. Tampoco ha salido para vacunarse contra el coronavirus porque, según explica la mujer, tiene miedo a contagiarse.

En varias ocasiones ha intentado que examinen el caso de su hijo en el Centro de Valoración y Orientación de la Junta de Andalucía. El problema es que le exigen que el joven acuda a la cita de forma presencial.

Adicción a los videojuegos

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la adicción a los videojuegos es un tipo de desorden mental y por primera vez la incluye dentro de su clasificación de enfermedades en vigor.

El organismo señala que "la adicción a videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente que puede ser en línea o fuera de línea". Asimismo, "el comportamiento de juego y otras características normalmente son evidentes durante un período de al menos 12 mesespara que se asigne un diagnóstico, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico y los síntomas son graves".

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