La Guardia Civil ha detenido en una operación en Barcelona, Girona y Tarragona a 13 personas integrantes de una red asentada en el litoral catalán presunta autora de más de robos en establecimientos de hostelería de Cataluña y la provincia de León.
La investigación se inició a principios de este año ante los robos quese estaban perpetrando durante las horas de cierre al público en restaurantes, bares y hostales de Cataluña. Las pesquisas se centraron en un grupo de personas asentado en el litoral catalán y les sometieron a discretas vigilancias, en las que comprobaron que se dedicaban en exclusiva al reconocimiento de zonas y locales públicos que, días después, asaltaban.
Los detenidos, diez albaneses, dos rumanos y un kosovar, forzaban con palanquetas y otras herramientas las rejas de las ventanas y puertas, apropiándose del dinero de las cajas registradoras, máquinas tragaperras, tabaco y cualquier otro objeto de valor. Durante la investigación, la policía tuvo conocimiento de que dos de los ahora detenidos habían agredido gravemente a otro de los miembros de la red al haber utilizado, en algún robo y sin su consentimiento, un inhibidor de frecuencias propiedad de los agresores.
A partir de la agresión y tras desaveniencias entre los miembros de la organización, el grupo se dividió en dos células, siendo más complejo para cada una de ellas adoptar las medidas de seguridad que hasta ese momento tomaba el grueso del grupo. Estas discrepancias y la división de los delincuentes a la hora de actuar en grupos más reducidos, benefició a los investigadores en las labores de control y vigilancia, posibilitando la ubicación de todos sus domicilios y lugares de reunión.
Con la información recopilada, la Guardia Civil realizó simultáneamente varias detenciones y registros en domicilios de L'Hospitalet de Llobregat, Sant Pere de Ribes, Barcelona y Segur de Calafell, así como en las localidades de Granollers y Blanes. A la mayoría de detenidos les constaban numerosos antecedentes policiales por hechos similares, dándose el caso de que uno de ellos había sido recientemente expulsado de España, regresando a la península provisto de documentación falsa.
En la operación, la policía intervino munición de 9 milímetros, dos vehículos, 4.000 euros en metálico, material para la comisión de robos, equipos informáticos y documentación de interés para la investigación.