Condenado a 11 años de cárcel por abusar sexualmente de su hija y contagiarle el virus del papiloma

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Abuso sexual

Condenado a 11 años de cárcel por abusar sexualmente de su hija y contagiarle el virus del papiloma

Un hombre ha sido condenado a 11 años de cárcel por abusar sexualmente de su hija y contagiarle el virus del papiloma. Le prohíben comunicarse con ella durante 10 años, acercarse a menos de 300 metros y una indemnización de 20.000 euros.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a 11 años y un día de cárcel a un hombre que abusó de su hija durante los "juegos sexuales" que practicó cuando la bañaba.

Cuando ocurrió la niña tenía 5 años, sufrió varias lesiones en sus zonas íntimas e incluso se contagió del virus del papiloma humano del genotipo 45, el cual fue hallado en unas muestras.

El tribunal considera probado que entre 2013 y marzo de 2014 el padre aprovechó "los momentos del baño y el aseo" de la niña "para satisfacer su ánimo lúbrico" efectuando tocamientos y realizando otros "juegos sexuales".

La Sección Primera de la Audiencia sevillana lo condena por un delito de abusos sexuales continuados y le impone siete años de libertad vigilada y la privación de la patria potestad de su hija durante 6 años. Le prohíbe comunicarse con ella durante 10 años y acercarse a menos de 300 metros. Además, deberá indemnizarla con 20.000 euros, frente a los 100.000 que solicitaron la Fiscalía y la acusación particular.

El acusado reconoció en noviembre de 2015 que él también había tenido el papiloma, aunque en el juicio manifestó que lo descubrió un mes y medio después de irse del domicilio familiar. Asimismo, los jueces argumentan que "es altamente improbable" que la niña fuese contagiada "en otro lugar" o "por otra vía, máxime cuando el acusado también presentaba esa infección".

Por su parte, el tribunal da credibilidad al "contundente" testimonio de la madre, la cual contó lo que la niña le dijo después de que no la dejase lavarle la zona íntima, porque decía que su padre le hacía "daño" ahí.

La sentencia añade que la víctima padece un trastorno de estrés postraumático. También, la Sala destaca que los psicólogos definieron a la niña como "estigmatizada" y "con conductas sexuales desde pequeña", puesto que "persigue a los niños para que sean sus novios" y presenta "comportamientos violentos y muy sexualizados".