Andalucía
Una cadena humana desafía al mar en Mijas (Málaga) y salva a un niño de 6 años
Fue arrastrado por la corriente y no podía salir del mar. Un hombre se ha quedado atrapado también al intentar ayudarle, pero al final entre todos han conseguido que todo haya quedado en un susto.

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Un gesto de valentía colectiva evitó una tragedia este sábado en la playa del Peñón del Cura, en Mijas (Málaga). Un niño de tan solo seis años fue arrastrado mar adentro por una fuerte corriente de retorno —también conocida como resaca— cuando se encontraba a unos 15 metros de la orilla, en una jornada marcada por la bandera roja y el fuerte oleaje. Socorristas y bañistas unieron fuerzas para formar una cadena humana que logró rescatar no solo al menor, sino también a un hombre que se lanzó al mar para ayudarlo y que también quedó atrapado por la corriente.
El suceso ocurrió en torno a las dos de la tarde, en una zona rocosa y de difícil acceso, conocida por generar corrientes peligrosas. La alarma se activó cuando uno de los cinco menores que habían desobedecido, en repetidas ocasiones, las advertencias de los socorristas, no conseguía regresar por sus propios medios, lo que obligó a poner en marcha el protocolo de emergencia.
Gonzalo Botta Veccia, coordinador del servicio de socorrismo de Mijas, explicó que las condiciones del mar eran claramente adversas desde primera hora: "Soplaba un fuerte levante, el agua llegaba casi hasta el muro y apenas quedaba arena. Se izó la bandera roja desde el inicio del servicio. Era evidente que no era un día apto para el baño", afirmó.
"El otro día nos la jugamos"
Jorge Patón, uno de los socorristas que participó en el rescate, relata: "Las condiciones del mar eran malísimas y el otro día nos la jugamos, porque el rompeolas era muy fuerte, con olas cercanas a los dos metros".
Destaca que, a lo largo del día, advirtieron varias veces a los menores evitar entrar en el agua. Una advertencia que también les trasladaron a sus padres, sin éxito. Sin embargo, aprovechando un momento de cambio de turno, los niños accedieron al mar y ocurrió el incidente.
Una cadena humana y la solidaridad evitaron una tragedia mortal
"Hubo un momento en el que pensé que no salía del agua, porque la corriente nos arrastraba, pero con calma y paciencia conseguimos salir", cuenta Patón. Afortunadamente, la rápida actuación del equipo y de los bañistas evitó una tragedia.
El socorrista, que cambiaba de turno, vio desde el paseo marítimo que el menor estaba en apuros y corrió directamente al agua para socorrerlo. Sin embargo, antes que él, un hombre que se encontraba en la playa ya se había lanzado para intentar rescatar al niño, quedando también atrapado por la corriente.
El menor fue el primero en ser rescatado, seguido por el adulto, gracias a la cadena humana que se formó espontáneamente. "Siempre nos sorprende gratamente la colaboración ciudadana. En estos casos, tanto en tierra como en el agua, la solidaridad es clave. Siempre aparece algún médico que colabora o, como en este caso, un usuario que se lanza al mar y una cadena humana que se organiza para salvar vidas", destaca el coordinador del servicio.
Laura Casero, la enfermera que atendió a ambos tras el rescate, asegura: "Fue angustiante no saber si lograrían salir del agua. El niño estaba bien, no tragó agua, pero el hombre presentaba signos evidentes de agotamiento".
En medio del oleaje y la tensión del momento, esa respuesta conjunta y solidaria transformó lo que pudo haber sido un escenario aterrador en una historia con final feliz.
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