Ola de calor
Cómo prevenir los golpes de calor: claves para protegerse ante las altas temperaturas
La incidencia de estos episodios aumenta con la llegada del verano y la subida generalizada de las temperaturas. Solo el año pasado se atribuyeron 1.386 muertes por esta causa en España.

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Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en España, lo que incrementa el riesgo de sufrir golpes de calor, una afección potencialmente grave que puede poner en peligro la vida. Con la llegada del verano y la subida generalizada de las temperaturas, la incidencia de estos episodios aumenta, afectando especialmente a personas mayores, niños, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades crónicas. Por eso, es fundamental conocer las medidas para prevenirlos y cómo actuar ante sus primeros síntomas.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor es la forma más grave de enfermedad por calor. Ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta tras una exposición prolongada a altas temperaturas o a esfuerzos físicos intensos en ambientes calurosos. El organismo pierde su capacidad de regular la temperatura, que puede superar los 40 °C, lo que provoca síntomas como mareo, piel caliente y enrojecida, confusión, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones e incluso pérdida de conciencia. El concepto se refiere, sobre todo, a condiciones crónicas que las altas temperaturas han empeorado.
Si no se trata a tiempo, puede causar daño cerebral, insuficiencia orgánica, parada cardiorrespiratoria e incluso la muerte. Por ello, la detección rápida y la intervención inmediata son vitales. Solo durante el año pasado, el sistema de monitorización de mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) atribuyó 1.386 muertes al exceso de calor de manera oficial en España; de ellas, 145 fallecimientos por esta causa se registraron en Andalucía, entre los meses de julio y agosto.
Los más vulnerables son las personas mayores, niños pequeños, mujeres embarazadas, personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares, trabajadores expuestos al sol y deportistas sin hidratación adecuada. Estos grupos requieren vigilancia especial durante las olas de calor.
Cómo prevenir los golpes de calor
- Hidratación constante: Beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día, evitando alcohol, cafeína y bebidas azucaradas. También se puede complementar con frutas ricas en agua como la sandía o el melón
- Evitar las horas de más calor: No salir entre las 12:00 y las 17:00 horas, el tramo más caluroso del día. En caso necesario, buscar sombra, usar gorra o sombrero, vestir ropa ligera y clara y aplicar protector solar
- Refrescarse con frecuencia: Darse duchas frías, mojarse la nuca y las muñecas y usar ventiladores o aire acondicionado son formas de mantener bajo control la temperatura corporal
- Mantener la casa fresca: Cerrar las ventanas y bajar las persianas durante el día ayuda a reducir la entrada del calor. Ventilar por la noche, cuando las temperaturas son más bajas, permite renovar el aire sin aumentar la temperatura interior
- Alimentación ligera: Optar por comidas frescas y fáciles de digerir, como frutas y verduras. Esto ayuda a mantener el cuerpo hidratado y evita el sobrecalentamiento
- Controlar la actividad física: Realizar ejercicio en las horas frescas y moderar su intensidad y duración en días de calor extremo
- Evitar medicamentos que afecten la regulación térmica: Consultar con el médico si se toman fármacos como diuréticos o antidepresivos
- No dejar a nadie ni mascotas en vehículos cerrados: Ni siquiera por pocos minutos.
Cómo actuar ante un golpe de calor
Según la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (SAMIUC), si se sospecha un golpe de calor, deben seguirse los siguientes pasos:
- Trasladar a la persona a un lugar fresco y ventilado
- Retirarle ropa ajustada o pesada, si la lleva
- Aplicar compresas frías o mojarle con agua fresca la nuca, las muñecas y el cuerpo
- Ofrecer líquidos solo si la persona está consciente y puede tragar sin problemas
- Llamar al 112 urgentemente. Si la persona pierde el conocimiento y no responde, somos nosotros quienes debemos empezar la reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras llegan los servicios de emergencia
Prevenir el golpe de calor es posible con responsabilidad y sentido común. De hecho, las primeras olas de calor tienen mayores riesgos para la salud por la falta de aclimatación, aseguran los expertos. Este fenómeno ocurre cada vez con más frecuencia, por lo que requiere medidas preventivas efectivas. Si se siguen las recomendaciones y la detección y la actuación son rápidas, pueden salvarse vidas.
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