Coches y escaparates destrozados durante unos graves altercados en las fiestas de San Feliú de Llobregat

La fiesta mayor de San Feliú de Llobregat ha terminado con incidentes violentos a pesar del refuerzo policial. Tan sólo dos semanas después los altercados de las fiestas de Molins de Rei, un grupo se ha vuelto a enfrentar a Mossos y ha destrozado un escaparate y varias lunas de coche.

A pesar del dispositivo extraordinario de seguridad que se puso en marcha desde el departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña, que actuó en coordinación con Mossos d'Esquadra y la Policía Local, los hechos delictivos se han vuelto a repetir en la provincia de Barcelona una vez más.

"En San Feliú de Llobregat tenemos un dispositivo con motivo de las fiestas para que podáis disfrutar de los diferentes actos con seguridad. Controles en el transporte público. Vigilancia desde el aire con drones. Prevenimos hurtos, robos y agresiones sexuales", refleja el tuit publicado por los Mossos en la red social 'X' (antiguo Twitter).

Además de los incidentes con escaparates y con vehículos, las actuaciones policiales en las entradas y salidas del municipio y en los principales transportes públicos han terminado con la incautación de material susceptible de ser utilizado en actos vandálicos y un gran número de identificaciones.

En total, una quincena de jóvenes han sido identificados por los Mossos gracias a los diferentes drones que han sobrevolado toda la noche el municipio de Sant Feliu de Llobregat.

Por el momento, al no constar con antecedentes policiales, no hay ningún detenido, aunque los quince jóvenes han sido identificados en la estación de Rodalies de la ciudad, cuando pretendían volver en tren a sus lugares de residencia.

Graves altercados en las fiestas de San Feliú de Llobregat

Según los Mossos, el grupo de jóvenes ha actuado de forma organizada. En primer lugar, en torno a las cinco menos cuarto de la madrugada han provocado una pelea lanzando botellas de vidrio. Posteriormente, aprovechando el desconcierto, se han dirigido a una tienda de informática, que era el principal objetivo.

También han roto los cristales de cinco vehículos, han tirado una docena de motos y han quemado un par de contenedores.

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