Coronavirus Cataluña
Cataluña no impondrá cuarentena a los contactos estrechos vacunados
Cataluña no va a imponer cuarentena a los contactos estrechos vacunados. La Generalitat ha cambiado de criterio para acogerse ahora a la recomendación estatal.
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Cataluña ha dado marcha atrás y no impondrá cuarentena para contactos estrechos vacunados con la pauta completa. El Departamento de Salud de la Generalitat ha apuntado que no está de acuerdo con el criterio de la Comisión de Salud Pública sobre las cuarentenas pero, para no crear más confusión en la población, seguirá sus indicaciones.
El conseller de Salud, Josep Maria Argimon, informó el viernes pasado de un cambio en el protocolo que estipulaba que los contactos estrechos de un caso positivo de Covid-19 tenían que hacer cuarentena obligatoria pese a tener la pauta completa de vacunación ante el auge de la cepa ómicron, una medida que entraba en vigor este jueves.
El Departamento catalán de Salud ha criticado que el Ministerio de Sanidad haya modificado su criterio inicial y haya eliminado las cuarentenas de contactos estrechos de un positivo sospechoso de la variante ómicron, que en breve será predominante y puede escapar parcialmente de las vacunas. En este sentido, la Generalitat ha pedido "rigor" a la Comisión, a la que ha instado a exponer los criterios científicos que han motivado este cambio.
En este sentido, la Agencia de Salud Pública de Cataluña ya está trabajando en la modificación del protocolo de cuarentenas para dejarlo como estaba antes.
La sexta ola en Cataluña
La explosión de la variante ómicron, con más de 5.000 nuevos contagios diarios en Cataluña, ha provocado que ya haya más de 1.300 personas hospitalizadas con covid en esta comunidad, 340 de ellas en las UCI, más que en la Navidad del año pasado, con una media de 17 fallecimientos al día en la última semana.
Muchas comunidades abogan por reforzar el uso de la mascarilla y por esforzarse en el proceso de vacunación y porque las restricciones sean comunes a todos los territorios, pero sin embargo casi nadie apunta a la necesidad de restringir la actividad de la hostelería
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