Desaparecidas

Activan en Asturias la búsqueda de Mari Trini y su hija 38 años después de su desaparición

La mujer de origen asturiano y su bebé desaparecieron en 1987 en Matadeón de los Oteros (León), lugar en el que ambas residían después de interponer una denuncia de malos tratos a su marido. Casi 40 décadas después, se cree que podrían estar en el fono de la balsa de Berbés, Asturias.

La UME y la Policía buscan los cuerpos de una mujer y de su bebé que desaparecieron en el año 1987

La UME y la Policía buscan los cuerpos de una mujer y de su bebé que desaparecieron en el año 1987EFE

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La búsqueda de María Trinidad Suardíaz Suero, conocida como Mari Trini, y de su hija Beatriz da Silva Suardíaz, desaparecidas en 1987, ha entrado en una fase decisiva esta semana con un operativo extraordinario desplegado en la antigua balsa minera de Berbés, en Ribadesella (Asturias). La Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Policía Nacional comenzaron el drenaje de la laguna para recuperar dos vehículos sumergidos que podrían ser clave en uno de los casos de desaparición más antiguos y enigmáticos del país.

La mujer y la niña fueron vistas por última vez en Matadeón de los Oteros (León) tras una denuncia por malos tratos interpuesta por Mari Trini contra su marido, Antonio María da Silva, conocido como 'el Portugués' y señalado durante décadas como principal sospechoso. A pesar de varias investigaciones a lo largo de casi cuatro décadas, nunca se hallaron restos que esclarecieran su paradero, y el caso fue archivado en diversas ocasiones ante la falta de pruebas concluyentes.

Reapertura del caso

La situación ha cambiado recientemente, cuando nuevas informaciones llevaron a reabrir la investigación. Vecinos y testigos señalaron la posibilidad de que dos vehículos vinculados al sospechoso hubieran sido arrojados a la balsa minera. La zona, de gran profundidad y difícil acceso, no había sido inspeccionada con medios modernos. La detección de lo que podrían ser dos coches en el fondo de la balsa impulsó un dispositivo sin precedentes.

El caso de Mari Trini y su hija es uno de los más simbólicos de la España reciente en materia de desapariciones ligadas a violencia de género. La reactivación del operativo ha despertado tanto esperanza como tensión entre vecinos y familiares, que llevan casi cuarenta años sin respuestas. Los investigadores subrayan que, aunque no existe garantía de resultados, las nuevas tecnologías ofrecen una oportunidad que antes no existía para resolver un caso que ha marcado a toda una comunidad.

Efectivos autorizados

El operativo desplegado por la UME y la Policía cuenta con cerca de un centenar de efectivos. Las unidades especializadas trabajan con drones, equipos de geolocalización, embarcaciones ligeras y maquinaria pesada para achicar el agua de la balsa, que acumula lodos y sedimentos de décadas. El objetivo es extraer los vehículos y examinar su interior en busca de restos humanos o pruebas materiales que permitan reconstruir lo ocurrido en 1987. Las labores, que comenzaron este martes, se prolongarán previsiblemente durante varios días debido a la complejidad técnica del terreno.

Durante las primeras fases del drenaje, los equipos localizaron una pieza metálica (una chapa con restos de pintura blanca) que podría pertenecer a uno de los vehículos sumergidos. Los investigadores advierten, sin embargo, que este hallazgo no permite extraer conclusiones anticipadas y que será necesario recuperar por completo los coches para obtener información útil. Tras casi cuatro décadas bajo el agua, se espera que los vehículos presenten un alto nivel de deterioro, lo que podría dificultar la inspección forense.

Próximos pasos

En los siguientes días, los vehículos serán extraídos y trasladados a un lugar seguro donde especialistas del servicio forense podrán analizarlos en detalle. Si se hallan restos humanos, se procederá a su identificación mediante técnicas de ADN. Si no, la Policía continuará explorando otras líneas abiertas. Pese a la incertidumbre, la operación ha devuelto al caso un impulso que podría ser decisivo, reabriendo la posibilidad de que, tras 38 años, la verdad finalmente salga a la luz.

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