Superbacterias
Alerta por una superbacteria que causa infecciones en los hospitales y que 'devora' los plásticos de usos médicos
Un estudio ha puesto el foco en una superbacteria capaz de causar infecciones en los hospitales.

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Las superbacterias se han convertido en una de las amenazas sanitarias que más preocupan a los expertos. Su resistencia a los antibióticos y su rápido avance en los últimos años las han llevado a los primeros puestos en cuanto a las mayores amenazas globales en el siglo XXI en cuanto a materia de salud pública se refiere. Y el pronóstico parece empeorar con el reciente descubrimiento de una superbacteria capaz de causar infecciones en los hospitales.
Desde dentro, como si de un espía infiltrado se tratase. Una amenaza inesperada que tiene su centro de operaciones en un espacio que, a priori, debería ser aséptico: los blancos pasillos hospitalarios. Así actúa esta superbacteria llamada Pseudomonas aeruginosa, de sobra conocida por su resistencia y que ahora se han comprobado sus nuevos poderes: devorar plástico médico.
La Pseudomonas aeruginosa, en su variante PA-W23, es una bacteria capaz de degradar el poliéster sintético PCL (policaprolactona), el cual se utiliza en múltiples dispositivos y procedimientos médicos, tales como suturas, stents e implantes. Hasta en un 78% en apenas siete días.
El estudio fue publicado en la revista Cell Reports y pone el foco en la seguridad hospitalaria y en el diseño de los materiales médicos. La principal preocupación radica en el giro de 180 grados que ha dado el paradigma: lo que hasta ahora tenía la etiqueta de material diseñado para sanar ha pasado a ser fuente de nutrientes para las superbacterias, es decir, agentes patógenos capaz de infectar al humano.
Una amenaza que va a más
La Pseudomonas aeruginosa es una bacteria conocida por causar infecciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos o con dispositivos médicos implantados, como suturas, stents, catéteres y otros implantes. Además, tiene la capacidad para formar biopelículas, capas protectoras que dificultan el tratamiento con antibióticos.
En lo referente a esas biopelículas, el estudio resalta que la descomposición del plástico favorece la formación de las capas, lo que aumenta la resistencia a tratamientos antimicrobianos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha clasificado a esta bacteria como una prioridad en el desarrollo de nuevos medicamentos debido a su alta resistencia.
Y el problema podría ser incluso más grave: los investigadores también han detectado señales de enzimas similares en otras bacterias. Esto implica que otros plásticos utilizados en el ámbito médico, como el tereftalato de polietileno o el poliuretano, también podrían ser degradados por patógenos hospitalarios, lo que afecta a una gran variedad de dispositivos implantables.
Buscar soluciones al problema
El profesor Ronan McCarthy, líder del equipo que ha llevado a cabo la investigación, ha explicado que los resultados obtenidos obligan a replantear la idea de que los plásticos usados en medicina son materiales inertes. Al contrario: estos materiales pueden ser una fuente de nutrientes para bacterias peligrosas como la Pseudomonas aeruginosa, lo que no solo facilita su presencia en los hospitales, sino que aumenta el riesgo de infecciones.
Ante el nuevo panorama que dibuja el estudio, se están explorando soluciones como el uso de nanopartículas de plata o cobre, así como tecnologías más avanzadas para modificar la estructura de los plásticos. En esta línea, por ejemplo, algunos ensayos utilizan nanotubos impregnados con antibióticos para fortalecer el material y evitar la colonización bacteriana.
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