Liz Truss defiende su programa económico tras el castigo de los mercados a la libra esterlina

La primera ministra británica, Liz Truss, afronta su momento más difícil desde que llegó al cargo a principios de septiembre. Su histórica rebaja de impuestos ha provocado el desplome de la libra esterlina y hasta el Banco de Inglaterra ha tenido que salir al rescate. No obstante, Liz Truss defiende su política económica.

Y es que sus planes fiscales, con una carga ideológica muy marcada, han aniquilado la confianza de los mercados en la quinta economía mundial. Respecto al impacto que ha tenido en la ciudadanía inglesa, hablan de una crisis sin precedentes, puesto que el origen ha sido creado por el propio Gobierno británico. Este descontrol ha hundido al Partido Conservador de Reino Unido -también llamados 'tories'- en los sondeos y ha disparado las especulaciones sobre un potencial desalojo de Liz Truss.

Los recién llegados a Downing Street parecen determinados a cumplir su máxima de que las contundentes bajadas de impuestos son la solución a los males actuales. En sus primeras palabras públicas tras el colapso vivido estos días en los mercados, Truss ha insistido en que unos impuestos más altos son lo que llevaría a Reino Unido a la recesión.

"Tengo muy claro que el Gobierno ha hecho lo correcto", ha dicho en una ronda de entrevistas con emisoras locales de la 'BBC'. "Este es el plan correcto". "Nos enfrentamos a tiempos económicos muy, muy difíciles, nos enfrentamos a eso a nivel global. Hemos tenido que tomar medidas urgentes para que nuestra economía crezca y eso significa tomar decisiones controvertidas y difíciles", ha justificado.

Truss, preparada para tomar "decisiones controvertidas y difíciles"

La líder 'tory' ha admitido en declaraciones a varias emisoras de la 'BBC' que estaba "preparada" para tomar "decisiones controvertidas y difíciles", con la finalidad de hacer avanzar la economía nacional. También está "dispuesta a hacer lo que fuera necesario" para lograrlo. Truss ha insistido además en que fue necesario adoptar "medidas urgentes" para proteger al país de los crecientes precios de la energía y fomentar el crecimiento.

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