Despido inmediato
Saluda con "buenos días" en el trabajo y acaba despedido por acoso racial
La justicia ha determinado que no hubo intención de "acosar racialmente" y obliga a la empresa a indemnizarle.

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Un saludo interpretado de forma incorrecta terminó con la empresa despidiendo al trabajador y un posterior juicio laboral. "Buenos días" fue lo que le dijo el almacenista galés de 57 años, Karl Davies, a su compañero cuando se encontraron en una de las partes de la fábrica.
Todo sucedió el pasado 13 de agosto de 2024 en una planta de fabricación de comidas preparadas Oscar Mayer, en la ciudad galesa de Wrexham. Mientras Davies escuchaba música saludó, imitando el acento irlandés, a su gerente Scott Millwar. Sin embargo, el jefe lo consideró un acoso racial ya que iba acompañado de un auditor externo pelirrojo, presuntamente de origen irlandés, según ha publicado el medio ITV News.
Ante esta interpretación, lo denunció ante los responsables de la empresa. El juez Vicent Ryan, apuntó a que Davies saludó varias veces con una actitud "burlona y provocadora", seguramente para incomodar a su superior, aunque no con "el propósito" de "acosar racialmente".
En la sentencia subrayó no tener evidencias de "que el comentario haya tenido un efecto discriminatorio. Sin embargo, fue censurable porque el señor Davies era subordinado del señor Millward". Por otra parte, el tribunal de Mod criticó que la investigación la llevase un gerente que tenía una queja no resulta del demandado.
Según el medio 'Herrigton Carmichael', Davies, durante sus 27 años en la empresa, tenía un historial impecable que no tuvieron en cuenta: "El investigador elegido no era apropiado, y el caso disciplinario se construyó sobre percepciones erróneas".
La empresa tiene que pagar
El juez puso en manifiesto las graves acusaciones, como el fin de su trabajo, su reputación dañada, perdidas económicas, que "podría haber creado un ambiente de trabajo intimidante, hostil, degradante, humillante u ofensivo".
Aunque el tribunal considera que el comportamiento de Davies no fue el correcto, el cual lo define califica como "imprudente" y "provocador", no es suficiente para un despido inmediato. Considera que Millward, al repetir el saludo en varias ocasiones, "seguramente se encontraría irritante y embarazosa".
Por lo que determinó que la empresa Oscar Mayer Ltd debía indemnizarlo con más de 16.000 libras (más de 18.000 euros) por un despido improcedente tras el saludo inofensivo que "dio origen al expediente disciplinario y por tanto contribuyó a la eventual sanción", publica el medio ITV News.
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