Un gato

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CAUSAN DAÑOS EN EL ECOSISTEMA

Un pueblo de Nueva Zelanda declara la guerra a los gatos

Un pequeño pueblo en la costa sur de Nueva Zelanda planea implementar un plan radical para proteger su vida silvestre nativa: prohibir todos los gatos domésticos.

Los dueños de gatos en Omaui tendrán que castrar, poner microchip y registrar a sus felinos. Después de que muera su mascota, no se les permitirá obtener más. Suena extremo, pero puede ser algo que más comunidades deberían considerar: al fin y al cabo, los gatos son responsables de la muerte de miles de millones de aves y mamíferos cada año.

El Dr. Peter Marra, director del 'Smithsonian Migratory Bird Center', afirma en declaraciones a la BBC que los gatos "son mascotas maravillosas, no se les debe permitir vagar fuera": "Nunca dejaríamos que los perros hicieran eso. Ya es hora de que tratemos a los gatos como perros".

En Omaui, los funcionarios dicen que la medida está justificada porque las cámaras han demostrado que los gatos vagabundos se aprovechan de las aves, los insectos y los reptiles de la zona. La iniciativa es parte del plan regional de control de plagas propuesto por el consejo regional.

El debate sobre las poblaciones de gatos y los ecosistemas locales no es exclusivo de Omaui. Los científicos de conservación han advertido durante mucho tiempo sobre el impacto de los gatos callejeros y al aire libre en el ecosistema global, y han sido clasificados entre las 100 peores especies invasoras no nativas del mundo.

Cantidades no cuantificables viven perdidas o asilvestradas, lo que significa enormes pérdidas en el medio ambiente. Se estima que hasta 4.000 millones de aves y 22.000 millones de mamíferos son asesinados por gatos en Estados Unidos cada año. Incluso en el Reino Unido, las poblaciones están en declive y los expertos culpan a los gatos. La Sociedad de Mamíferos dice que alrededor de 55 millones de aves caen víctimas cada año.

No es la primera vez que se pinta a los gatos como una amenaza en Nueva Zelanda, un país que cuenta con un felino en casi la mitad de sus hogares. También son un tema candente en Australia, donde se culpa a gatos salvajes y al aire libre de la muerte de millones de especies nativas cada noche. La nación ha estado financiando iniciativas de sacrificio desde 2015, cuenta con la cerca a prueba de gatos más grande del mundo e incluso ha considerado la introducción de un toque de queda nacional para gatos domésticos.

Sin embargo, las iniciativas contra los felinos siguen siendo controvertidas. El año pasado, los grupos defensores de los derechos de los animales despreciaron especialmente a un consejo local de Queensland que ofrecía recompensas de 10 dólares por los cueros cabelludos de gatos callejeros.

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