La nieve caída sobre Jerusalén tiene un espesor de entre 10 y 15 centímetros. Toda la ciudad ha amanecido de color blanco. La vieja ciudadela amurallada y sus lugares sagrados: el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones y la Explanada de las Mezquitas están cubiertas de nieve.
Se trata de la mayor nevada en la ciudad desde 1992. Los colegios y jardines de infancia en Jerusalén permanecen cerrados, así como numerosos comercios y oficinas, ante la imposibilidad de los ciudadanos de llegar a sus puestos de trabajo.
Los transportes públicos fueron suspendidos, a excepción del tranvía, que circulaba muy despacio y con extrema cautela. La ciudad tiene un centenar de quitanieves que están arrojando toneladas de sal sobre el pavimento.
El viento, la nieve y la lluvia han provocado el cierre de varias carreteras en Israel y Palestina, entre ellas la autopista 1, que comunica Jerusalén con Tel Aviv, que estaba intransitable esta mañana en ambas direcciones.
Se espera que la tormenta empeore y registre su peor momento mañana. La Estrella de David Roja ha pedido a la población que no salga de sus hogares mientras pueda evitarlo, que mantenga en sus casas una temperatura constante de 24 grados, selle sus ventanas, no salga a la calle sin ropa adecuada y mantenga un especial cuidado de las personas mayores y los niños.
Muchos residentes de ambos países han querido dejar constancia de este fenómeno tan poco frecuente en la zona, llenando las redes sociales de fotografías:
