Hoy es el día mundial de la malaria. Una enfermedad que hace estragos en los países pobres. Los pesticidas, especialmente el DDT, son relativamente útiles para combatir el mosquito que la propaga, pero causan enormes daños en la salud. Tanto que en Occidente está prohibido. La ONU quiere erradicar la enfermedad en 2015.
Es la enfermedad de los más pobres, la malaria mata cada año a 800.000 personas en los países subdesarrollados la mayoría niños, menores de cinco años. Se calcula que en África cada 45 segundos muere un niño.
La lucha contra esta enfermedad de la que es culpable este mosquito es compleja. La vacuna está por llegar, los medicamentos son caros y el mosquito se hace resistente a los pesticidas que lo combaten.
Además uno de los pesticidas más utilizados, el DDT, se ha demostrado, es dañino para la salud y el medio ambiente cáncer de mama, diabetes o deficiencias en el desarrollo de los niños pueden ser algunas de la consecuencias de su uso.
Su uso además puede tener graves consecuencias económicas para países sumidos en la pobreza si el insecticida llega a los productos agrícolas ya no pueden ser exportados.
Hoy en el día mundial de esta enfermedad la ONU se marca una meta errardicar las muertes para 2015. 3.300 millones de personas se contagiaron en 2009 sin un tratamiento muchos firmaron ya su sentencia de muerte.