La cooperante Kayla Jean Mueller

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EL GRUPO TERRORISTA LO ANUNCIÓ LA SEMANA PASADA

Obama confirma la muerte de la cooperante estadounidense en manos de Estado Islámico

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dado por muerta a Kayla Mueller y ha prometido que "encontrará y llevará ante la Justicia" a los "terroristas" responsables. Habría perdido la vida en un bombardeo de la aviación militar jordana en el este de Siria.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dado por muerta a la cooperante norteamericana Kayla Mueller, secuestrada por Estado Islámico, y ha prometido que "encontrará y llevará ante la Justicia" a los "terroristas" responsables. La semana pasada, Estado Islámico informó de la muerte de Mueller y aseguró que había perdido la vida en un bombardeo de la aviación militar jordana en el este de Siria.

La nota no precisa detalles sobre su muerte ni las circunstancias, y evita corroborar si falleció por los bombardeos jordanos. Asimismo, la familia de la cooperante confirmó, por su parte, la noticia de la muerte de la cooperante. "Tenemos el corazón roto al informar de que hemos recibido confirmación de que Kayla Jean Mueller ha perdido la vida", señalaron sus padres, Carl y Marsha Mueller, en un comunicado minutos después de que la Casa Blanca emitiera la nota. "Kayla fue una humanista devota y compasiva. Dedicó toda su joven vida a ayudar a aquellos en búsqueda de libertad, justicia y paz", agrega el escrito de los padres.

Finalmente, la nota del Gobierno estadounidense asegura que, "sin que importe el tiempo que tome, EEUU encontrará y llevará ante la Justicia a los terroristas responsables del cautiverio y muerte de Kayla". "El EI es un grupo terrorista odioso y horrendo cuyas acciones muestran un claro contraste con el espíritu de gente como Kaya", añade el comunicado de la Casa Blanca.

Kayla Mueller fue condenada a la pena de muerte el año pasado por la milicia suní, según ha relatado un activista con conocimiento del caso. El Estado Islámico capturó a Mueller, de 26 años de edad, en 2013 en el norte de Siria y en un primer momento le condenó a "cadena perpetua" en venganza por el encarcelamiento de la paquistaní Aafia Siddiqui, una petición habitual en los grupos yihadistas críticos con la política estadounidense en Oriente Próximo.

Desde su secuestro, la familia de la joven había pedido a medios de comunicación, ONG y autoridades estadounidenses que no hiciesen público el nombre de Kayla por temor a que el Estado Islámico tomase represalias. El verano pasado, cuando el Estado Islámico se hizo con el control de varias zonas en Irak y Siria, la milicia amenazó con matar a la joven. Sin embargo, la milicia no llevó a cabo su amenaza después de que escribiese una carta abierta pidiendo clemencia.

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