Retoque fotografías

Noruega prohíbe a marcas e 'influencers' publicar fotografías sin advertir que han sido retocadas previamente

El objetivo de esta nueva Ley es luchar contra la publicidad engañosa y contra los cánones de belleza irreales.

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Maquillaje virtual, unos cuantos kilos de menos o una piel perfecta al instante: filtros que esconden la realidad detrás de las cámaras. El efecto de la edición en las fotografías está pasando factura en la sociedad y por ese motivo Noruega ha aprobado una ley que prohíbe a las marcas y a los 'influencers' publicar fotos sin advertir que han sido retocadas previamente.

De esta manera el país nórdico busca luchar contra la publicidad engañosa y contra los cánones de belleza preestablecidos que ya se ha comprobado que son potencialmente dañinos. La presencia de este tipo de imágenes hacen que se distorsione la percepción de la realidad pudiendo convertirse en una obsesión especialmente entre la población más joven.

Una realidad distorsionada

Un estudio realizado por la marca Dove asegura que a los 13 años, el 72% de las niñas españolas ya ha descargado un filtro o aplicación de retoque las fotos que suben a las redes sociales. Y lo hacen, aseguran, porque "no se ven lo suficiente bien" si no edita sus fotografías y el 20% reconoce sentirse decepcionada por no tener en la vida real el aspecto que tiene en sus publicaciones.

Fotografías que se alejan peligrosamente del modelo original. Ya se venía viendo entre cantantes, actrices o incluso políticos. Pero, desde que aplicaciones como Instagram comenzaron a instalar efectos que de manera automática retocan la imagen fotografiada, esta realidad preocupa desde hace unos años en todo el mundo.

Por eso, otros países como Francia ya habían dado este paso en 2017 que obliga a las publicaciones de moda y otras revistas a indicar cuando una fotografía ha sido modificada. Una opción que también ha comenzado a poner en prácticas varias agencias de fotografía. Medidas más severas se tomaron en el Reino Unido hace unos meses que prohibió directamente el uso de filtros de belleza a las 'influencers' y marcas en Instagram.

De hecho, en los últimos años, actrices españolas como Inma Cuesta o la británica Jameela Jamel, criticaron fuertemente que se les hubiese retocado con Photoshop de manera desproporcionada al no sentirse ni si quiera reconocidas cuando se vieron en portada. "Descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal", denunció la española en su perfil de Instagram.