Guerra Rusia Ucrania

El milagro de Olga y su bebé, bombardeadas en Kiev: "Mi hija estaba llena de cristales y sangre"

Olga amamantaba a su hija de meses cuando una bomba destrozó su casa, llenándole la cara de metralla. Tras ver a la pequeña cubierta de polvo, sangre y vidrio pensó que no sobreviviría.

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Cada bomba que cae en Ucrania deja una o varias tragedias personales. Familias destrozas o traumatizadas para siempre. Tras cada ataque, hay cientos de vidas truncadas de las que solo una entre miles acaba trascendiendo lo suficiente como para hacerse pública. La de Olga y su hija de meses es una de ella.

Esta joven madre estaba amamantando a la pequeña en su piso de Kiev cuando una bomba destrozó el apartamento. La explosión rompió los cristales y roció todo de metralla, alcanzando a la mujer, lo que le destrozó la cara. Por un acto instintivo, Olga alcanzó a cubrir con su cuerpo al bebé, impidiendo que sufriese daño algo alguno.

Cuando la madre levantó la cabeza comprobó que su casa estaba destrozada y, lo peor, que su hija estaba cubierta de polvo, sangre y cristales. Ahí comenzó a gritar hasta que su marido le mostró que la bebé estaba ilesa y que toda la sangre que le cubría salía de su cara.

La metralla y el vidrio destrozaron el rostro de Olga, pero logró salvar su vida y la de la pequeña. Ambas se recuperan ahora en el hospital, donde la madre explica que tras semanas de bombardeos en Kiev desde el inicio de la guerra es difícil bajar al metro o al refugio cada vez que suena la alarma antiaérea.

Vivir con bebés o ancianos bajo las bombas

Un esfuerzo ímprobo para una madre primeriza y su bebé lactante, cuenta. Ese el motivo por el que la bomba le pilló a las dos en casa. Una opción, la de quedarse en las viviendas, por la que optan muchos habitantes, sobre todo los que viven con bebé o ancianos, para los que trasladarse a los refugios cada hora y cada día durante semanas supone más problemas que ventajas, pese a lo que se exponen.

Sobre todo desde Vladimir Putin recrudeció sus bombardeos sobre Kiev y las otras grandes ciudades de Ucrania. El bombardeo de una zona comercial en la capital, que ha dejado esta madrugada varios heridos, es una buena prueba de ello.

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