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PENDIENTES DE SU ESTADO DE SALUD

Los médicos alemanes ven "muy probable" que el miembro de Pussy Riot intoxicado fuera envenenado

El activista de los Pussy Riot que saltó al cesped en la final del Mundial para protestar contra Putin ha sido envenenado con una sustancia que actúa lentamente. Su vida no corre peligro, pero las secuelas pueden ser graves.

Los médicos del hospital universitario de La Charité, en Berlín, consideran que la explicación más probable de la intoxicación que sufrió el activista ruso Piotr Versílov -miembro del grupo Pussy Riot- sea un envenenamiento provocado por terceros. El responsable del tratamiento de Versílov, el profesor Kai-Uwe Eckhardt, explicó que el miembro del grupo Pussy Riot fue trasladado a Berlín desde Moscú el sábado con síntomas que apuntaban a una intoxicación, lo que ya habían indicado los médicos que le atendieron en Rusia.

"El cuadro clínico y los informes de los médicos de Moscú apuntaban a una seria intoxicación", dijo hoy Eckhardt en una conferencia de prensa. En Moscú ya se tomaron medidas de desintoxicación como un lavado de estómago y una diálisis.

Los médicos no han podido hallar la sustancia que produjo la intoxicación pero indicaron que los síntomas permiten determinar con cierta seguridad el grupo al que pertenece. Se han encargado nuevos exámenes pero debido al tiempo pasado consideran poco probable que se pueda concretar la sustancia.

Tanto Eckhardt como el presidente del Consejo Directivo de La Charité, Karl Max Einhäuptl, indicaron que el tipo de sustancias que llevan a esos síntomas es posible encontrarlo en algunos medicamentos, así como en plantas. "El caso más conocido son las gotas con las que los oftalmólogos dilatan las pupilas para hacer determinados exámenes", explicó Eckahrdt. Einhäuptl, por su parte, dijo que también en los psicofármacos hay sustancias que pueden generar los mismos síntomas como efecto secundario.

Además, hay sustancias que suelen ser utilizadas por criminales, como la escopolamina, que también habrían podido ser usadas. Para explicar la tesis del envenenamiento a manos de terceros, ambos médicos dijeron que la dosis tomada tuvo que ser muy grande para generar los síntomas que se generaron.

"Una persona sólo puede tomar una dosis que lleve a esos síntomas si hay una intención de suicidio", dijo Einhäuptl. Por lo que se sabe del desarrollo de los síntomas -que al parecer aparecieron de manera súbita el martes pasado- es improbable además que se haya tratado de un proceso de envenenamiento lento. Los dos catedráticos advirtieron que sólo pueden referirse a los aspectos médicos y que no pueden aventurar una hipótesis sobre la forma en que se produjo el envenenamiento.

Versílov enfermó el martes pasado tras haber estado gran parte del día en un tribunal acompañando a un amigo. Hacia las cuatro de la tarde sufrió los primeros síntomas, una dilatación extrema de pupilas, y más tarde tuvo problemas con otros órganos que obligaron a sus hospitalización.

El sábado, por solicitud de la familia, Versílov fue trasladado a Berlín. Einhäuptl explicó que La Charité informó de la llegada tanto al Gobierno alemán como a la embajada canadiense -Versílov es ciudadano canadiense- pero agregó que no hay una coordinación con ellos. "Digo esto porque quiero dejar claro que no trabajamos por encargo del Gobierno alemán", afirmó. Según los médicos, Versílov está fuera de peligro pero en un estado que exige atención médica permanente.

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