Auschwitz, el centro de exterminio más cruel que haya conocido la historia, fue liberado un día como hoy hace 73 años. Del 1.300.000 personas que pasaron por ahí, sólo sobrevivieron 200.000, y aunque parezca increíble, en medio de ese espanto algunos encontraron ahí el amor.
La escritora Mónica González Álvarez explica que "no podían ni tocarse, ni besarse, ni tener relaciones sexuales, era sólo una relación amistosa, que poco a poco se fue transformando en amor".
En el caso de Paula y Klaus, entrar en ese infierno siendo pareja, les ayudó a salir de él con vida. Pasaron separados 28 meses y ella recuerda que si no hubiese estado casada, no habría sobrevivido. "Ese era su motor para seguir adelante", explica Álvarez,
La escritora ha puesto rostro a varias de esas historias. Una de las más insólitas es la protagonizada por una prisionera, Helena, una mujer judía, y su carcelero, el cabo de las SS, Franz Wunsch.
"Ella le rechaza continuamente, hasta que llega el momento en que Franz salva la vida de su hermana Rocynka. En ese momento, es el punto de inflexión en que Helena comienza supuestamente a quererle", indica Álvarez.
Nazi, era también Lili, casada con un héroe de guerra se enamora perdidamente de la periodista judía, Felice. Por tanto, una pasión prohibida por doble motivo. "La historia de Lili y de Felice terminó de forma dramática, Lili intentó salvarla de los nazis y de los campos de concentración... Nunca pudo", recuerda Álvarez, que explica en el libro que Lili consagró el resto de su vida a contar una historia que demuestra que el amor no conoce barreras.