Italia

Un hombre salva la vida de una niña al amortiguar su caída desde un quinto piso

La niña se salvó de una trágica muerte gracias a los reflejos de un hombre que pasaba por ahí.

Un coche de la Policía italiana

Un coche de la Policía italianaArchivo

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El pasado sábado, un milagro se produjo en la ciudad italiana de Turín cuando un hombre salvó la vida de una niña. La menor se precipitó desde un quinto piso y el hombre amortiguó su caída con su cuerpo. Los padres, que estaban presentes en la casa en el momento del suceso, no advirtieron que la niña estaba en la ventana.

Mattia Aguzzi, un italiano de 37 años, caminaba con su pareja por la calle Vía Nizza, a unos 5 kilómetros del centro de Turín, cuando empezó a escuchar unos gritos. Los chillidos eran proferidos por un vecino que, desde su balcón, vio que en el edificio de enfrente había una niña agarrada al alféizar de una ventana, a punto de caerse.

Entonces, Mattia alzó la vista y vio a la niña. La pequeña no pudo sostenerse y se precipitó hacia abajo en cuestión de segundos. El hombre reaccionó rápido y, en plena caída, corrió veloz para tratar de cogerla al vuelo y amortiguar con su propio cuerpo el impacto contra la acera.

Ambos se encuentran fuera de peligro

La recepción fue todo un éxito. Ambos sufrieron algunas heridas y hematomas, pero sus vidas no corren peligro. "Cuando la escuchamos llorar, respiramos aliviados. Ella estaba viva", exclamó la novia del 'héroe'. La niña se salvó de una trágica muerte gracias a los reflejos de un hombre que pasaba por ahí.

Ambos fueron inmediatamente trasladados al hospital Regina Margherita de la capital piamontesa. La niña solo contaba con algunos rasguños, pero el hombre tuvo que ser asistido por un traumatismo en el tórax. Ahora se encuentra fuera de peligro y se recupera con normalidad.

Según ha confesado Mattia Aguzzi a medios locales, el impacto "fue bastante fuerte" y momentos después de la caída de la niña, pasó unos segundos con dificultades para respirar. Pero, "poco a poco", se fue recuperando hasta el punto de llamar él mismo a la ambulancia.

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