Tribunales

Los hermanos Menéndez podrían quedar en libertad tras haber matado a sus padres en 1989

Después de pasar 35 años en la cárcel, el Tribunal Superior de Los Ángeles ha cambiado la cadena perpetua a la que fueron condenados por 50 años de cárcel.

Hermanos Menéndez

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El cambio de pena para los hermanos Erik y Lyle Menéndez, sentenciados de por vida por el asesinato de sus padres en California, el 20 de agosto de 1989, les permitirá solicitar su libertad condicional.

El juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles redujo sus penas de cadena perpetua sin perdón a una pena de entre los 50 años y cadena perpetua.

Esto les abrió la oportunidad de solicitar la libertad condicional, bajo la ley de California de criminales juveniles, debido a que tenían menos de 26 años cuando cometieron el homicidio de sus padres.

El próximo 13 de junio será el día en que los hermanos se presentarán ante la justicia para exponer su solicitud de libertad condicional después de 35 años en prisión.

Los hermanos Menéndez habían recibido en el año 1996 una pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, al ser declarados culpables del doble homicidio. El crimen fue perpetrado en la propia casa de la familia.

Cuando ocurrieron los asesinatos Erik tenía 18 años y Lyle 21 años. Sus abogados defensores alegaron que los hermanos actuaron en defensa propia, después de años sufriendo abusos sexuales por parte de su padre.

Los fiscales señalaron que su motivación fue su deseo de recibir su herencia multimillonaria. Después del doble asesinato, la familia descubrió el testamento de José Hernández, fechado en 1981, donde heredaba todos sus bienes a Erik y Lyle Menéndez.

¿Por qué recibieron una reducción en la pena?

Los hermanos Menéndez compraron escopetas y se presentaron en la casa de sus padres mientras estos estaban viendo una película en la sala de cine. Seis tiros al padre y diez a la madre los dejaron irreconocibles.

Tras los hechos y ya en la audiencia ante el juez, los hermanos recibieron el apoyo de miembros de su familia y de un antiguo compañero presidiario. "Maté a mi madre y a mi padre. No pongo excusas ni justificaciones", declaró Lyle. "No merecían lo que les hice, pero me inspiran a mejorar", afirmó Erik.

Por su parte, el abogado de los hermanos dijo que sus clientes han trabajado mucho durante años para ser mejores personas y retribuir lo recibido de la comunidad penitenciaria.

Así, la estrategia de la defensa fue destacar cómo se habían rehabilitado y su buen carácter.

El juez afirmó que, tras reflexionar detenidamente sobre las sentencias que merecían los hermanos, les reconoció el mérito de haber cambiado sus vidas.

Los fiscales del caso se opusieron al cambio de pena, y el actual fiscal de distrito afirmó que creía que no estaban listos para un cambio en la sentencia porque "no han confesado" sus delitos o "aceptado la total responsabilidad por su conducta criminal".

No obstante, el anterior fiscal de distrito del condado de Los Ángeles había promovido la causa de los hermanos Menéndez desde finales del año pasado, cuando solicitó a un juez que redujera sus sentencias.

Entretenimiento y concurso de belleza

José Menéndez era un empresario del entretenimiento que conoció a su esposa, Kitty, una antigua reina de concursos de belleza, en la universidad. Llegaron a una mansión de arquitectura española en el lujoso Beverly Hills, provenientes de New Jersey. Para el momento del crimen, Lyle asistía a la universidad de Princeton, aunque con dificultades académicas. Erik era una joven figura del tenis.

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