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TE CONTAMOS LOS REQUISITOS

La Guardia Suiza hace campaña en redes sociales para captar nuevos reclutas

Para formar parte de la Guardia Suiza es necesario tener entre 19 y 30 años, ser católico practicante, ciudadano suizo, soltero, medir más de 1,74, gozar de buena salud y tener una reputación impecable.

La Guardia Suiza, el ejercito más pequeño y mas antiguo del mundo, que desde más de 500 años se ocupa de la seguridad del papa, se adapta a los tiempos con el uso de redes sociales, una página web y visitas guiadas para atraer a los jóvenes ante la escasez de nuevos reclutas.

El próximo lunes, cuando se celebre la ceremonia del juramento de los nuevos reclutas como cada 6 de mayo para conmemorar el día de 1527 en que 147 guardias murieron para proteger a Clemente VI durante el saqueo de Roma por las tropas del emperador Carlos V, solo 23 nuevos guardias suizos participarán respecto a los más de 30 de los anteriores años. Y es que la Guardia Suiza, instituida por Julio II en 1506, cuando este Papa negoció con algunos cantones helvéticos el envío de voluntarios para formar un contingente estable en Roma que sirviera como defensa de su persona y de su residencia, ya no atrae a los jóvenes suizos.

El año pasado, el Papa Francisco autorizó pasar de los 110 soldados actuales a 135 para cubrir las necesidades, cada vez mayores, de este Ejercito, pero el comandante de la Guardia Suiza, Christoph Graf, reconoció en una rueda de prensa que con el ritmo de llegada de reclutas "se necesitarán 4 o 5 años para llegar a este número". "Es nuestro gran desafío, porque cada año tenemos que sustituir a cerca un tercio del cuerpo", aseguró con tono preocupado.

Por ello, la Guardia Suiza se renueva y ha abierto cuentas en las redes sociales para mostrar su actividad diaria y desde hace pocas semanas cuenta con un portal de Internet para contar su interesante historia y donde encontrar toda la información y módulos para convertirse en un soldado del Papa. Además, se han organizado visitas de tres días para que los jóvenes puedan visitar las instalaciones y conocer en primera persona en qué consiste ser guardia suiza y las "emociones" que se sienten por formar parte de este Cuerpo.

Para mostrar su atractivo. también se han realizado una serie de vídeos que a forma de documental cuentan el día a día del Ejercito desvelando desde sus lugares de entrenamiento a la central de vigilancia.

Porque no todo es el uniforme y las alabardas que ven millones de romanos y turistas a su llegada al Vaticano, remarca el comandante, que explica que se ocupan de la seguridad del Papa en todos sus viajes, en el palacio pontificio o en su residencia

La nueva tecnología también ha llegado a este pequeño ejercito que parece anclado en el tiempo, pues ahora los pesados cascos de hierro forjado que llevaban durante las ceremonias han sido sustituidos por uno mucho más ligero en plástico PVC y elaborado con impresoras 3D.

Otro de los proyectos es reconstruir totalmente el viejo cuartel en un proyecto para el que se ha creado una Fundación que tendrá que ocuparse de recaudar los 50 millones de euros en donaciones que servirán para dar mayor y mejores espacios al Ejercito del Papa

Graf explica que el gran problema de la falta de reclutas es que la economía en Suiza va muy bien, no hay desempleo, y también cada vez hay menos jóvenes y menos creyentes. ¿Quién quiere ser guardia suizo y ganar 1.500 euros respecto a los sueldos que se pagan en suiza? "Es una vocación", asegura Graf, que destaca que los soldados que llegan a Roma no lo pueden hacer por dinero sino por un fuerte deseo de defender al papa.

Aunque los métodos de comunicación cambian y también la tecnología que utilizan para la seguridad, el Ejercito del papa sigue siendo como el de antaño. Los requisitos son más o menos los mismos que hace 500 años: Tener entre 19 y 30 años, ser católico practicante, ciudadano suizo, soltero, medir más de 1,74, buena salud y reputación impecable. Los reclutas, después de haber completado meses de preparación, se comprometen a entrar en el Ejercito al menos 26 meses.

Robi Kurkovic acaba de cumplir 22 años, viene del cantón del Tesino, donde se habla italiano, y será uno de los 23 que jurará el lunes y ya tiene claro que regresará tras esta experiencia a su país. Explica que ha llegado a ser guardia suizo siguiendo los pasos de algunos amigos que ya han pasado por esta experiencia y que lo que más le atrae del que será su deber es "tener el honor de proteger al papa" y "poder salir de Suiza para realizar una experiencia bellísima".

Los responsables de la Guardia Suiza seguirán intentando convencer a los jóvenes de su país también hablando en las escuelas de esta posibilidad. Pero por el momento, zanja el comandante Graf, no se habla de incorporar a las mujeres a la Guardia Suiza.

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