Médicos sin Fronteras

Estos eran los trabajadores de Médicos sin Fronteras asesinados en Etiopía y estas serán las consecuencias

Desde la organización comunican que esta acción tendrá consecuencias graves para la asistencia en las poblaciones que están siendo azotadas por el conflicto.

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En el día de ayer tres trabajadores de la ONG Médicos Sin Fronteras murieron asesinados mientras trabajaban en la región etíope de Tigray. Según ha informado MSF, en estos últimos meses el lugar ha sido y es escenario de conflicto en estos últimos meses.

La dureza del ataque que ha costado la vida a estos trabajadores y un gran sufrimiento y dolor a sus familias y seres queridos, tendrá consecuencias graves para la asistencia en las poblaciones en las que Yohannes, María y Tedros servían y que está siendo azotada por un conflicto bélico.

Desde la organización han comunicado que "perdimos contacto con ellos y el coche en el que viajaban ayer por la tarde y esta mañana el vehículo ha sido hallado vacío y, a unos metros de distancia, sus cuerpos sin vida", y lamentan que "hoy es un día terrible de duelo".

¿Quienes eran los trabajadores asesinados?

María, Yohaness y Tedros estaban allí ayudando a la población y es tal y como califica la asociación es "impensable que hayan pagado con sus vidas por ello". María Hernández era coordinadora de emergencia en Tigray, Yohannes Halefom Reda era asistente de coordinación y Tedros Gebremariam Gebremichael trabajaba como conductor.

María Hernández era española, originaria de Madrid. Tenía 35 años e inició su trabajo en MSF en el año 2015 en la República Centroafricana. Desde entonces había trabajado en Yemen, Nigeria y México. Yohannes Halefom Reda de 31 años se dedicaba a ser asistente de coordinación y se había unido a la organización en febrero de este año.

En el caso de Tedros Gebremariam Gebremichael, también de 31 años, llevaba trabajando como conductor de la organización desde el pasado mes de mayo.

¿Qué está pasando en Tigray, Etiopía?

Abiy Ahmed, primer ministro de Etiopía, alertó en noviembre del pasado año una ofensiva militar contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF). Se trataba de una respuesta al ataque del grupo contra la principal base del Ejército en Mekelle, tras un dramático repunte de las tensiones entre la formación y el Gobierno central.

Agencias de la ONU y ONG's vieron limitado su margen de maniobra en cuanto al contexto de crisis humanitaria que se vive en el país. Y desde la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, se ha denunciado la situación de casos de "acoso, intimidación y detención" de cooperantes, así como de la confiscación de ayuda.

Se estima que más de 5 millones de personas están necesitadas de asistencia humanitaria en el país, y calcula que hay más de 1,8 millones de personas en niveles alimentarios de emergencia. La ONU considera que 350.000 personas están en el peor umbral del hambre en Tigray y zonas aledañas y desde la organización temen que si esta situación no mejora, la cifra suba a más de 400.000 en el mes de septiembre.