El Papa Francisco emprendió su viaje a Chile, desde donde el próximo día 18 se trasladará a Perú, en la que será una visita marcada por la defensa de las poblaciones indígenas y dará un mensaje de protección del medioambiente.
El Pontífice deseó "paz y bienestar" al pueblo español en un telegrama enviado mientras sobrevolaba España en su viaje hacia Chile, desde donde después el 18 de enero se trasladará a Perú, según informó el Vaticano.
"Extiendo cordiales saludos a su majestad, a los miembros de la familia real y los ciudadanos de España mientras vuelo sobre su país hacia Chile y Perú para realizar un viaje pastoral", escribió Francisco en el telegrama dirigido al Rey Felipe VI. "Invocando la bendición de Dios todopoderoso sobre la nación, rezo para que pueda concederles paz y bienestar", añadió.
El Pontífice viaja acompañado por una delegación vaticana compuesta entre otros por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin; el presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Marc Ouellet, así como 70 personas entre periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, entre ellos el enviado de Antena 3 Noticias.
Francisco llegará a la capital chilena después de 16 horas de vuelo, tras lo que se retirará a descansar en la nunciatura, donde se alojará. La agenda oficial comenzará el día siguiente dirigirá un discurso a las autoridades chilenas y al cuerpo diplomático en el Palacio La Moneda, sede del Ejecutivo, y se reunirá con la presidenta saliente, Michelle Bachelet, mientras que no habrá encuentro privado y solo un saludo con el mandatario elegido, Sebastián Piñera. Después oficiará una misa multitudinaria, a la que se espera asistan 500.000 personas, en el Parque O'Higgins.
Durante la tarde, el Pontífice argentino visitará la prisión de San Joaquín, en la que será la primera vez que el pontífice visita una cárcel femenina, donde escuchará el testimonio de una reclusa. Luego se trasladará a la catedral de Santiago para un encuentro con los religiosos y religiosas chilenos y después se realizará la tradicional reunión con los obispos y una visita privada al santuario de San Alberto Hurtado.
Desconocidos, que son buscados por la policía, han quemado el frontis de una iglesia católica en la localidad de Melipilla, al suroeste de Santiago, en rechazo a la visita.