"El canje es decirle a Mahmud Abbás que sus iniciativas no sirven para nada"

 

¿El intercambio de 1.027 prisioneros por uno solo es un intento de imponer las ideas de uno sobre el otro?

"No es un intento de imponer unos valores sobre los del otro, pero sí es la expresión de un valor constituyente para la sociedad israelí, que ha sido una sociedad movilizada. Es la manifestación del valor fundamental de la sociedad israelí como es la cohesión interna."

¿Se arriesga mucho el gobierno de Netanyahu al liberar a tantos prisioneros que pueden confeccionar atentados contra Israel?

"Siempre hay un riesgo, el liderazgo en esa zona del mundo presume tener que tomar riesgos calculados. Si no te atreves no se mueve la situación, se queda estancada. El estancamiento es peligroso, hay que intentar cambiar la situación asumiendo este tipo de riesgos. En este caso creo que es un riesgo asumible. Asumible porque si hoy Hamás no está haciendo atentados no es porque le falte gente, sino porque tiene otra política. Siempre habrá candidatos para el terrorismo suicida, para lanzar cohetes. Si no lo hacen no es porque no tengan candidatos. La labor del político es cambiar el comportamiento de las partes."

Otro riesgo que podría correr Israel es que Hamás ahora hincha el pecho porque han sido capaces de conseguir lo que han conseguido.

"Sin duda, Hamás se ha marcado una gran victoria. Contrarresta la supesta "victoria" de Abbás en la ONU. Parece decir Hamás que el mecanismo para conseguir los objetivos son los atentados y los secuestros, desafiando el poderío isrealí. Seguro que Abbás se siente debilitado, políticamente vacío. Y siendo como es, un político con una carta de dimisión en el bolsillo, -porque no es un corredor de larga distancia como era Arafat-, se puede decir que la autoridad palestina está muy debilitada."

Usted entiende que desde territorios como España se sienta cierta perplegidad.

"Sí porque Israel tiene una imagen de rescatar a su gente a través de operaciones militares, una imagen que no responde a la realidad de los últimos años. No es la primera vez que se produce este tipo de canje. Siempre se intenta la vía militar pero cuando no existe la posibilidad, como en este caso -vuelven a casa 1.027 presos sanos por un jóven destrozado-, porque el intento de rescate puede acabar con su vida. No queda más remedio que responder al clamor popular, incluso algunas víctimas del terrorismo lo pedían este canje. El joven Shalit se ha convertido en el hijo de casi todos."