Las autoridades sanitarias aseguran que los tres próximos días serán clave para saber si China consigue contener el nuevo brote de coronavirus en Pekín. De momento, su origen es un misterio, aunque las primeras sospechas apuntan a una tabla de cortar salmón importado, aunque no hay evidencias suficientes para confirmarlo.
Según la opinión de los epidemiólogos chinos, los próximos días serán claves para conocer la gravedad de este brote. "Si la cifra no avanza demasiado rápido, podrá contenerse", ha aseguradp Wu Zunyou, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de China.
Wu también ha explicado que "la fuente del virus está posiblemente en productos contaminados o en la cadena de transporte", aunque hasta ahora sólo ha trascendido que el patógeno fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en Xinfadi.
Si el salmón proviene de una zona con epidemia de coronavirus activa y el transporte se hace por cadena de frío, sería posible esa contaminación. En ese caso, habría que poner en cuarentena ese producto e inspeccionarlo.
No hay ninguna norma que ahora impida la comercialización del salmón, pero una conocida cadena de supermercados estadounidense ha decidido cancelar la venta de todos los productos relacionados, mientras que ya hay restaurantes que muestran en sus escaparates certificados sobre su procedencia.
La sospecha vuelve a un mercado, como pasó con la ciudad de Wuhan hace meses. Las zonas con humedad y temperaturas más bajas ayudan a la expansión del coronavirus, aunque esta vez la alarma ha saltado en menos de una semana: una mujer que no había estado en contacto con extranjeros ni había salido del país.
"Tenemos que investigar la secuencia genética del virus. Si se trata de una cepa que se transmite comúnmente en Europa sería significativo y podría reflejar un contagio de persona a persona más que cualquier otra hipótesis".
