Publicidad

CRUZ ROJA PIDE AYUDA

Cierre de colegios y autopistas en Mongolia por una ola de frío que ha hecho caer las temperaturas a 40 grados bajo cero

Las temperaturas por la noche pueden caer hasta los 50 grados bajo cero. El 'dzud', un helador invierno, solía producirse antes cada diez años, pero ahora sucede una vez cada cuatro y este año es el segundo que Mongolia experimenta de manera consecutiva.

La Cruz Roja Internacional pidió ayuda para más de 150.000 nómadas mongoles que se encuentran en peligro por el fenómeno del "dzud", un helador invierno que, combinado con un verano seco, provoca la muerte masiva del ganado, su única fuente de alimento e ingresos.

Responsables de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) presentaron en Pekín una campaña de emergencia para recaudar 655.550 francos suizos (unos 614.000 euros) para ayudar a más de 157.000 personas que están en peligro en Mongolia.

El fenómeno del "dzud" se produce cuando, después de un verano caluroso, que seca los pastos, llega un invierno especialmente frío, como ha ocurrido en esta ocasión. Ello provoca que el ganado de los mongoles -caballos, vacas, cabras y ovejas- tenga dificultades para encontrar alimento, lo que causa la muerte súbita de rebaños enteros (11 millones de animales fallecieron en los tres inviernos consecutivos de "dzud" que hubo entre 1999 y 2001, uno de los peores).

Normalmente, el "dzud" se producía una vez cada diez años, pero ahora sucede una vez cada cuatro y este año es el segundo que Mongolia experimenta de manera consecutiva. A principios de este febrero, alrededor de 42.546 animales habían muerto, según la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias, y se espera que la cifra vaya en aumento en los próximos meses.

"Lo peor está por venir", alertó Gwendolyn Pang, directora de la oficina de la FICR en Pekín. Tras dos años de "dzud", muchas familias no tendrán otra opción que emigrar a los suburbios de las ciudades, donde sufren todo tipo de dificultades económicas y sociales, añadió la representante. De hecho, los nómadas que deciden refugiarse en Ulán Bator lo hacen habitualmente con la yurta a cuestas, en barrios marginados de la ciudad que contrastan con el desarrollo inmobiliario que vive la capital.

"El ganado es la única fuente de alimento, transporte e ingresos para casi la mitad de la población y tenemos que actuar ahora para ayudar a los pastores a sobrevivir", urgió Bolormaa Nordov, la secretaria general de la Cruz Roja de Mongolia, desde Pekín.

Con los fondos que se recauden, se proporcionará asistencia a 11.300 personas en grave riesgo, se entregará una ayuda económica a unas 3.000 familias y seiscientos pastores nómadas recibirán cursos para protegerse ante el fenómeno, que ya ha cubierto de nieve el 70 por ciento del país y ya afecta a 17 de sus 21 provincias.

Los fondos también se destinarán a tratamiento psicológico para los miles de niños que se han tenido que separar de sus padres por el "dzud". Mongolia, uno de los últimos países nómadas del planeta, se prepara para un duro marzo: con fuertes nevadas y temperaturas que pueden caer hasta los 50 grados bajo cero por la noche.

Publicidad