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PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, TUVO UNA HISTORIA INTERESANTE

La Casa de la Ópera de Sidney cumple 40 años

La Casa de la Ópera de Sidney cumple su 40 aniversario. Es Patrimonio de la Humanidad y además una de las obras arquitectónicas más importantes del mundo. El 'nacimiento' de este complejo que "acoge" -cada año- más de 1.600 espectáculos fue muy complicado.

Recibiendo la antorcha olímpica. Por San Patricio o incluso para funerales de estado. Es el escenario perfecto para cualquier tipo de evento. Desde su inauguración, hace exactamente 40 años de mano de Isabel II, la Casa de la Ópera de Sidney se ha convertido en el icono más reconocible de Australia.

Sus velas blancas, forradas de más de un millón de azulejos,  son el elemento más llamativo de una de las primeras obras en las que se contó con la ayuda de ordenadores. Su historia se remonta a 1957, cuando el proyecto del danés Jorn Utzon se impone a otros 233, procedentes de 32 países diferentes.

"Fue el director del conservatorio el que en los cincuenta lanza la idea de que Sydney necesitaba un teatro de la ópera. Ahí comienza una historia épica en la que interviene diseño, ingeniería, política y también dramas humanos", asegura Sam Doust, experto en la Casa de la Ópera.

Las prisas de las autoridades, y sus intentos de cambiar el proyecto original, degeneraron en fuertes desavenencias con el arquitecto que acabó dimitiendo en 1965. Un culebrón que retrasó más de 10 años el fin de las obras y multiplicó su coste por catorce. La construcción más cara de la historia en su categoría.

"Pocos días después de su inauguración la soprano Birgit Nilson cantó en alemán: "Tú, cara sala", y dijo "cara", por querida, pero también por su tremendo coste", cuenta Simone Young, directora de la Orquesta.

La osadía de este edificio, revolucionario para su época, hoy día sigue inspirando a arquitectos como Frank Gehry. No en vano, su creador fue merecedor en 2003 del premio Pritzker, considerado el Nobel de la Arquitectura.

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