Al llegar al hotel Alcatraz, los clientes son recibidos por guardias de la prisión, fotografiados de frente y de perfil y son obligados a ponerse un uniforme como si estuvieran de verdad en la cárcel.

Una vez instaldos podrán experimentar en su propia carne las duras condiciones que tuvieron que soportar los reos de la mítica prisió californiana.

Los huéspedes que lo eligen pasan la noche en una celda que mide 1,5 × 3 metros y que tiene una tarima de cemento, dos estantes y un lavabo.

Además, verán cómo las luces se apagan a las 11:45 p.m. y disfrutarán de unas cenas de más calidad que las de la cácel pero que igual se sirven en bandejas de metal.

La estancia en este hotel es gratuita y solo hace falta hacer una reserva para pasar la noche, aunque como sólo hay cuatro celdas ya todas las fechas están ocupadas.